Tasio Munárriz, asiduo al Archivo Histórico
Municipal, se ha topado en sus investigaciones con un documento de 1704 relativo
al muro del Campo de la Iglesia.
Sobre él ya
hablamos en el tomo correspondiente de la Colección el mareómetro dedicado a
esos siglos, cómo existen noticias en 1662 de su construcción para contener las
tierras sobre las que se alzaba la iglesia y cómo en ese año de 1704 se pensó
en una defensa “para cualquier invasión de enemigos y podía causar gran respeto
a los navíos de debajo de él suelen dar fondo”, y con un pretil para que tras
él “los vecinos queden cubiertos a poder usar sus armas”.
Si Mariano
Ciriquiain nos recuerda que en 1718 se colocó allí una de las piezas de artillería
de la plaza del Solar, Tasio nos apunta que también en la guerra civil el
pretil del muro fue utilizado como parapeto por un batallón republicano para
contrarrestar a una batería italiana que estaba en la Boronita encima de
Lamiako.
Por otro lado
y ante la foto que nos adjunta se aprecia que el paredón tiene su base en la
roca viva que está detrás de las casas del Muelle Viejo, al igual que la base
de la iglesia se asentaba en roca viva y que tras la restauración de 1990 se dejó
como testigo en el ángulo nordeste interior un agujero a través del cual se ve
el subsuelo rocoso.
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