Tras la publicación de la entrada
sobre la bolera que hubo a finales del siglo XIX en el solar donde se levanta
el antiguo mercado de abastos de Portugalete con una imagen fragmento de una
foto aparecida en internet en el mencionado blog, nos hace volver sobre el tema
ilustrándolo con el resto de la citada fotografía del siglo XIX.
Además hemos advertido que en la
Topografía Médica de Portugalete que escribió en 1871 D. Marcos de Escorihuela,
en el capítulo de Gimnástica dice: “El juego de bolos y pelota es otra de las
diversiones de todas las villas y aldeas de este país (y con ello también de
esta localidad), tan saludables como el primero por su gimnasia, ambos son de
tal modo útiles para desarrollar el sistema muscular…”. Indudablemente se tenía
que referir al juego de bolos de Dª Telesfora, y hay que decir, que el nombre
“juego de bolos” se aplicaba indistintamente al de “carrejo”, “bola toki” o
“bolera”.
Pues bien, en el expediente
mencionado (C168-037) encontramos varias solicitudes a lo largo del último
cuarto del siglo XX, que voy a resumir, pero que cada una tiene sus datos de
interés. Todas ellas son posteriores al sitio carlista y al periodo de
reedificación de edificios y al relanzamiento de la economía local.
El 30-6-1876, Eulalio Arana,
“desea reestablecer el juego de bolos que existió detrás de la Sta. Iglesia, a
su costa” y por imposición municipal, debería ser para el servicio público. Se
aprobó en Julio, pero no tenemos la seguridad del lugar donde se encontraba. Lo
que sí está claro es que estaría a uno de los lados del cementerio (1-2) o en
la parte trasera del presbiterio (3).
El 21-5-1883, Florentino Alday,
que en aquellas fechas era el encargado del cementerio de Pando y padre de Jose
Mari, que luego le sucedió en el puesto de jardinero en el mismo y del que ya
dimos cuenta de una entrevista en El Liberal de 1927, solicitó dos carrejos.
“Uno frente a la puerta de la casa que habitan en el término de Pando para la
modalidad de PASA-BOLO y otro junto a la pared de la viña de Juan de Durañona
para la modalidad que vulgarmente llamaban BOLO-RASO, ambos en terreno común”.
Desconozco que modalidad sería la de BOLO-RASO.
Dado que Juan de Durañona era uno
de los propietarios de los terrenos sobre los que se construyó el cementerio
(1878) y años después en los que se amplió el mismo (1909), es de suponer que
la casa estuviese en los alrededores.
El 18-8-1889, Fernando Reimúndez
López, vecino de la villa, hace en el momento de la solicitud un alegato a las
excelencias de su proyecto en la Campa de San Roque, confinando con la huerta
de los herederos de Julián Lejarreta (finca donde estuvo la clínica
Savín).
Pretendía construir “una tejavana pegada a la finca citada y en la misma línea
establecer un juego de bolos, dando con esto y la venta de artículos de comer y
beber, y estableciendo algunos juegos lícitos y diversiones, tocando
instrumentos para que con sus acordes fuera un centro de diversión y alegría a
los moradores de la villa, de sus cercanías y de muchos forasteros que
acudirían a tal centro y punto de espacioso de tal campa, disfrutando además de
su agradable estancia en ella las buenas vistas al mar y respirar de sus saludables
brisas, aumentando la recaudación de arbitrios municipales y comprometiéndose a
cuidar gratuitamente el arbolado ya plantado”. ¡Vamos un promotor turístico!.
Le exigieron un proyecto más detallado, que no hemos encontrado en el AHMP.
26-5-1893, Dolores Milo, informa
“que instaló en el sótano de su casa sita en General Castaños nº 9, un juego de
bolos o carrejo con el fin de sacar o ayudar a sobrellevar las cargas de ella y
su familia, solicitando permiso para él y colocar en la parte este de la casa un
cartel que diga JUEGO DE VOLOS”.
El 15-10-1895, Julián Sañudo
Villar nacido en Zalla, solicita permiso para instalar un juego de PASABOLO en
Vista Alegre, donde residía, propiedad de Manuel Peña.
Y para terminar, mi bisabuelo
Juan Flaño Gil, solicitó el 22-2-1899 al ayuntamiento de Portugalete
“autorización para un juego de bolos y chabola para el servicio del mismo, en
Portugalete lindante a Sestao en el barrio de Aceta y en terreno de Santiago
¿Sempere?”. Por sus memorias, sabemos que se desplazaron a Azeta desde el
Ojillo nº 3, a un primer piso con un antiguo bar en el bajo, frente a la
portería del Ferrocarril de Galdames. Aunque la casa debía ser la última de
Sestao, los terrenos donde instaló el carrejo pertenecerían a Portugalete, de
ahí la solicitud. En sus memorias dice que “hacia 1905 y para aumentar o
mejorar el negocio, decidió construir un carrejo de bolos detrás de la casa,
próximo al lavadero y le dio bastante vida a la taberna por el consumo de
bebidas que se hacía, aunque si bien estaba más cerca del trabajo en el FC de
Galdames, su esposa trabajaba con mucha sujeción ya que en la taberna se vendía
de todo (vino, aceite, jabón, droguería, alpargatas y toda clase de
quincalla)”. “Más tarde construyó otro carrejo en el lugar conocido como ‘La Cantera’,
porque de ella se sacó la piedra para construir la casa, en terrenos de Timoteo
Echevarría de Sestao”. Sobre el resto de terrenos, construyó en 1904 la casa
fronteriza conocida como “de los Flaño”.
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO
No hay comentarios:
Publicar un comentario