En Viajes por España, el conocido y genial escritor Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891) deja un pequeño espacio a Portugalete que visitó en agosto de 1863: Portugalete –Baños de mar… –Primeros síntomas matrimoniales.
Poco podemos sacar de estas breves palabras que quedaron como simple bosquejo pues “todavía no he tenido ocasión, ni hoy la tengo, de escribir la relación de tales andanzas”. Pero, al rescate, acuden a nosotros los periódicos de ese año que dan algunas notas más de su paso por nuestra Villa y nos acercan los temas sobre lo que hubiera podido escribir el granadino.
En La Época de 7-08-1863 leemos lo siguiente:
“Las correspondencias de Portugalete hablan de la mucha animación que se advierte en aquel punto, donde pasan los bañistas agradables ratos, ya en bailes, ya en expediciones, ya en reuniones literarias. En una de éstas, nuestro amigo el Sr. Alarcón leyó varias de sus composiciones; entre otras, muy notables todas, merecieron un general aplauso, una oda al mar, que es grande por los pensamientos que encierra y valiente por sus imágenes, todas llenas de vida y de fuego, y una composición a la luna que es preciosa por la naturalidad que refleja en todos sus versos y por la facilidad con que se suceden los pensamientos, todos varios y todos de interés”.
Se trata de la Oda al Océano Atlántico (1853) que comienza con los versos: “Tú eres el mar eterno y solitario… / el mar sin fin que ambicionó la mente!” y la de la luna parece ser Historia inverosímil (1862), una composición escrita en tono familiar sobre el amor no correspondido de una laguna a la luna, trasunto, lógicamente de la realidad del poeta y su amada.
Pero el hecho más curioso y totalmente olvidado se refiere a un accidente de Alarcón en la playa de Portugalete y que recoge La Correspondencia de España del 14-08-1863:
“Tenemos la mayor satisfacción en anunciar lo que antes de ahora hemos callado por no alarmar a la cariñosa familia de nuestro amigo el señor don Pedro Antonio Alarcón. Éste, que se halla en los baños de Portugalete, y en cuyo punto fue víctima hace días de un percance doloroso entrando en un bote de aquella playa, percance que pudo traerle peores consecuencias, se halla en la actualidad fuera de todo peligro y completamente bien de su dolencia. Se espera de un día a otro su llegada a Madrid”.
Es de notar cómo han cambiado los resortes del periodismo: se prefiere callar el suceso por no preocupar a la familia del escritor.
En La España del 22-08-1863 concluyen diciendo: “Ha llegado a esta corte [Madrid] el distinguido escritor don Pedro Antonio de Alarcón, completamente restablecido de la herida que se hizo en Portugalete”.
Sobre sus primeros síntomas matrimoniales aún tendría que esperar hasta 1865 cuando se casó con Paulina Contreras (de la que realizó un retrato Dióscoro Puebla).
Daniel Docampo
¿A qué hospital iría...?
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