Gracias a la amabilidad del
profesor Jesús Fernández Ibáñez, hemos tenido acceso a dos cartas que envió
desde Portugalete el arquitecto murciano Ricardo Bellsolá fechadas en mayo y
junio de 1871 mientras trabajaba, seguramente, en la construcción de algún
ferrocarril minero necesario para mejorar la productividad de las minas dado el
crecimiento siderúrgico que estaba experimentando Vizcaya.
Bellsolá, huérfano desde los dos
años, creció en Elciego (La Rioja) donde su madre ejercía como dama de compañía
de la rica Doña Marcelina Hurtado de Amézaga que, a su muerte, legará “10.000
reales vellón para que le sirvan de ayuda a concluir la carrera que está
cursando de ingeniero su hijo único D. Ricardo Bellsolá”. Una vez concluidos sus estudios de Ingeniero
de Caminos, tuvo una corta aunque fructífera actividad relacionada, sobre todo,
con el hormigón. Para más información, se puede consultar el blog de Jesús
Fernández
En 2011, se publicó en la Revista
de Obras Públicas el artículo Ricardo
Bellsolá y los primeros puentes de hormigón en España de Luis Javier Sanz Balduz.
Daniel Docampo
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