Leyendo el libro de Tasio
Munárriz, como ya comentábamos en una entrada anterior, encontramos cantidad de
noticias curiosas.
Hoy vamos a recoger escuetamente
el tema de “las canteras” tras la iglesia de Santa María, que lo trata con
motivo de los trámites que inició el Ayuntamiento para incautar a la iglesia
este terreno y la casa cural que tenía en el nº 13 de la calle Santa María.
Antiguamente este terreno estaba
compuesto por dos huertas pertenecientes al marqués de Villarreal, José Díaz
Pimienta, hasta que en 1809 se decidió sacar el cementerio del interior del
templo para evitar olores y contagios.
El Consejo de la fábrica de la
Iglesia parroquial, compuesto entonces por el cabildo municipal y el cabildo
eclesiástico compró el terreno para instalar en él un nuevo cementerio.
Al construirse en 1878 el
cementerio de Pando y trasladarse allí los enterramientos, en este terreno se
edificó en 1900 la nueva sacristía (que se ve en la foto con los niños de la
escuela haciendo gimnasia) y además se extrajo piedra para el relleno del
muelle viejo.
De ahí le quedó, según Tasio, el
popular nombre de “Las canteras”.
La fotografía elegida para ilustrar el texto me parece preciosa. Sólo quiero añadir como detalle que en la ampliación de la sacristía en 1900 las columnitas que aparecen en sus ventanas no son de piedra sino de hierro fundido, como puede apreciar cualquiera que las observe con atención.
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