viernes, 19 de julio de 2013

LA CENSURA EN LA POSGUERRA: CINE


Continuamos hoy con el aspecto de la censura en las películas de cine durante la posguerra, según Tasio Munárriz:

Si en la entrada anterior recordamos la censura en las cartas o en la radio, hoy recordamos la que afectaba al cine.
No se distribuyó ninguna película extranjera en la que apareciesen elecciones, partidos políticos, huelgas, etc. Para que no se infiltrase ninguna costumbre “inmoral”, los censores obligaban a cambiar los diálogos de algunas películas, como en el caso de “Mogambo”. Los amantes Grace Kelly y Donald Sinden fueron convertidos en hermanos que se acostaban en una tienda de campaña en posturas muy íntimas. Los censores no se dieron cuenta de que habían convertido un amor adúltero en otro incestuoso.
En los cines parroquiales y de los colegios, cuando salía un beso, el cura o el operador de turno ponía una mano delante del objetivo para que no se viese, lo cual era motivo de protestas y silbidos por parte del público infantil. Para evitarlo, el censor doméstico cortaba la cinta unos metros y luego la tenía que pegar con acetona para devolverla al distribuidor que solía ser “San Pablo Films”. Ya sabía por dónde tenía que cortar: por donde habían pegado los censores anteriores. Pero la chavalería veía acercarse a los protagonistas y luego separarse con un salto de la cinta por medio.
En las publicaciones de la “Galería teatral Salesiana para jóvenes”, Romeo y Julieta eran amigos del mismo sexo porque los colegios eran unisexuales y los actores eran sólo chicos o sólo chicas. Tampoco se daban cuenta que este cambio podía propagar la homosexualidad, condenada por la ley de vagos y maleantes.
El 21 de marzo de 1952 se creó la Junta de Calificación y Censura de películas. Las películas permitidas eran clasificadas con criterios de moral fundamentalmente sexual de esta manera:
1.- Apta para todos los públicos, como “Marcelino, pan y vino”
2.- Apta para jóvenes de 14 a 18 años, como “Mujercitas”
3.- Apta para mayores de 18 años, como “Cantando bajo la lluvia”
3R.- Apta para mayores con sólida formación moral, como “Cuando ruge la marabunta”
 4.- Gravemente peligrosa (no debe verse), como “Gilda”
Por cierto, “Gilda” no tenía ninguna escena escabrosa sino que contaba la historia de un adulterio, que, además de pecado desde el punto de vista religioso, era un delito perseguido por la ley civil. A Franco le gustó y la permitió. En cambio, los obispos levantaron el grito en el cielo y los curas consideraban que el verla era pecado.
Según me cuentan, había una pelea entre el párroco Angel Chopitea y Luis de la Fuente, propietario del Cine Ideal. Este traía películas calificadas como 3R y 4 para atraer al público de los pueblos vecinos y el párroco ponía en la puerta lateral de la basílica un cartel con la ficha técnica de las películas, un resumen del argumento y la calificación moral. Los portugalujos iban a otros pueblos a ver esas películas “inmorales”.

Hablando de cine, en los años 50 se inauguró el NODO, noticiario que era obligatorio proyectar en las salas antes de la película. Cuando salía Franco inaugurando pantanos, recibiendo a los embajadores con sus credenciales, presidiendo desfiles o en sus cacerías, los espectadores tenían que ponerse de pie y levantar el brazo. Se encargaban de ello los acomodadores, que eran policías o guardias civiles jubilados, según creencia popular. Algunos dicen que cantaban “Ay, ¡cómo vive fulano! ¡A lo loco!” Y, cuando terminaba el NODO, había gente que se atrevía a cantar “Se va el caimán, se va el caimán”, según cuentan otros. Ignoro si estas canciones eran deseos o realidad.

2 comentarios:

  1. Tasio muchas gracias por tu artículo,es muy jugoso y escrito con mucha gracia; mejor imposible.
    Lo has presentado sin rencores, sin crítica. Tal y como fué. "El Revi" , qué grandes recuerdos. "El Java", el "Cine Mar" y "El Teatrillo"....qué buenos momentos de niñez en las matinales comiendo pipas y escondiendonos del acomodador. Una de Romanos y una de vaqueros, las matinales. Nunca volveran. Gracias de nuevo Tasio tu artículo sobre la censura me ha hecho recordar mi juventud y también esa censura inculta y paleta..sigue que hay mucho de qué escribir.

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  2. Efectivamente, qué recuerdos. Matinales y como dice Muelle 48, una de romanos, matinales. El Ideal. Es cierto que da pena que estos cines hayan desaparecido. C,est la vie como dicen los franceses.

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