La
creciente importancia turística de nuestra Villa, hace que estemos presentes en
las principales ferias de este ámbito en la península, ya que es de donde
proceden el mayor porcentaje de nuestros visitantes.
En
la última feria de Valladolid, Portugalete ha tenido su propio stand, y es en
la página revistur.com donde
encontramos un artículo firmado por Sonia Vidal, que nos recuerda la existencia
en dicha ciudad castellana de una plaza con el nombre de Portugalete.
“La
Plaza de Portugalete, en pleno centro de Valladolid y peatonal, es un
emblemático punto de la ciudad, aunque no siempre se ha denominado así.
La
primera referencia que se tiene de la plazuela de Portugalete con este nombre
esta fechada hace casi 225 años, pudiendo ser en 1788 cuando aparece por
primera vez, conociéndose anteriormente a la zona como la calle de la
Lavandería, ya que por allí pasaba uno de los ramales del río Esgueva. Este se
cubrió, dejando una gran explanada en la que se construyó, un importante
mercado denominado de Portugalete (1881) y que se convirtió en un gran
referente para los vallisoletanos hasta que se derribó en 1974. El mercado de
Portugalete fue construido para satisfacer, principalmente, las demandas de los
propios comerciantes, que precisaban de un alojamiento para sus negocios. El
origen del nombre de la villa vizcaína a esta plaza y mercado puede estar
relacionado con la llegada y salida de mercancías que se llevaba a cabo con el
norte de la Península y el resto de Europa, entrando y saliendo por el puerto
de esta localidad vasca. Una de estas referencias históricas puede encontrarse
en la denominada Flota de las Lanas, que partió en el siglo XVI hacia los Países
Bajos con un cargamento de este material procedente de tierras castellano
leonesas como Valladolid, Burgos o Palencia. Un intercambio mucho mas antiguo
al mercado de Portugalete, pero que ya reflejaba la relación entre estas dos
villas. Hoy en día, aún son muchos los portugalujos y vallisoletanos que
recuerdan la existencia de este mercado y hablan de como se celebraba la llegada
de cada cargamento. Un evento social que reunía a las gentes en torno al
mercado y, en definitiva, casi un siglo de historia que hoy ya forma parte de
la riqueza turística de ambas ciudades”.
Sobre
esta plaza y su desaparecido mercado escribió Manuel Basas en un Programa de
Festejos, que se puede encontrar en nuestra Biblioteca Digital Portugaluja.
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