Una de ella fue Pilar Briongos de El Progreso,
que con sus noventaytantos años mantiene su mente lúcida y su memoria
prodigiosamente fresca, y que nos cedió las dos preciosas fotos personales que
recogemos correspondientes a la fiesta de la Virgen del Rosario del año 50 del
siglo pasado, que tan bien recuerda.
De esta fiesta “del Rosario” ya
nos habló en otra entrada de este blog José Luis Garaizabal. Una fiesta que
inundaba el barrio de alegría, con música y festejos populares, donde las
familias se juntaban para celebrarla en torno a una mesa y que nos recuerda a
aquellas estampas de nuestras fiestas rurales que pintaran los grandes pintores
vascos.
Esa fiestecilla la impuso el ayuntamiento franquista a petición de un vecino, del cual se decía en El Progreso que era delator de "rojos". Lo siento por los pintores de postales.
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