Ángel
Chopitea, como Presidente de la Junta del Patronato de la citada Iglesia,
aportó el 1 de Octubre de 1934 unos datos copiados de la escritura de la
Fundación “DURAÑONA” de 10 de Marzo de 1905, que resultan muy interesantes y
creo que inéditos.
Alejandro
Gandarias y Durañona expone como su tío Juan Vicente Durañona y Santa Coloma,
que falleció el 9 de Noviembre de 1904, le había dejado encargada en vida la
construcción de una iglesia en el barrio de Repélega (Santurce Antiguo) para el
servicio de los moradores de Repélega, La Sierra, Galindo y Rivas de donde era
natural.
La
ermita de San Cristóbal, que ya aparecía citada en 1648, según Goio Bañales, y
que fue erigida y bendecida el 14 de Julio de 1662, según Gurutzi Arregi, quedó
derruida en su mayor parte durante la II Guerra Carlista (1872-1876) y a su
terminación fue reconstruida por los vecinos en el paraje de San Cristóbal
(Yturburu en el apeo de 1764).
Volvamos
a la escritura. Luis de Salazar y Zubia y Saturnina Balparda y Durañona
cedieron los terrenos necesarios para la nueva iglesia, cuya primera piedra se
colocó el 4 de Mayo de 1903, abriéndose al culto el 19 de Marzo de 1904 bajo la
advocación del mártir San Cristóbal, titular de la ermita antigua que fue
derribada poco antes de la inauguración de la nueva. Esto hace suponer que se
encontraba en otro sitio, seguramente como luego veremos, en los terrenos de la
luego llamada Campa de San Cristóbal.
Juan
Vicente Durañona costeó la fábrica de la iglesia y Dª Saturnina, en recuerdo de
su tío Ramón de Durañona, construyó y sostuvo una buena escuela mixta de
primeras letras y costeó misa diaria, que antes se celebraba en la ermita. Pagó
también los ornamentos y un altar lateral dedicado a Nª Señora de Lourdes
(imagen, sacras, candelabros, etc.).
Josefa
Durañona costeó el altar mayor de San Cristóbal, el lateral de Jesús
Crucificado con sus imágenes nuevas, la hornacina de San Cristóbal, el pequeño
retablo de la sacristía, púlpito y confesionario, Vía Crucis, retrato de S.S.
Pio X, araña, sacras, candelabros, ciriales, cruz, incensario, ocetre,
alfombras, cortinas, cuadro de la Virgen del Rosario y el material de hierro
del coro y campanario.
Se
citan las condiciones para el caso de que pasara a otro destino distinto al
inicial. Entonces pasarían a la propiedad mancomunada de Luis de Salazar o sus
herederos y de los de Juan Vicente Durañona, y si no los hubiere, al Santo
Hospital de la Villa de Portugalete y en último término a los pobres de
solemnidad de los barrios de Rivas, Repélega y Galindo.
La
iglesia ocupaba 652,99 m²
y 18.883,35 la campa con su tapia, árboles, puerta de hierro destinándose para
romerías, ornato y solaz de los moradores. También arreglaron los caminos.
Juan
Vicente Durañona legó fondos para la conservación, reparación y culto en
memoria de sus padres y vecinos, muchos de ellos parientes lejanos. Contribuyó
igualmente a que en el Santo Hospital del Glorioso San Juan Bautista hallaran
acogida los enfermos, ancianos y huérfanos de los referidos barrios.
Al
final del documento se dice que el OBJETO DE LA FUNDACIÓN es el sostenimiento
del culto católico en la referida Iglesia de San Cristóbal y celebración cada
año de misa y oficio de difuntos en sufragio del alma de D. Juan Vicente de
Durañona y Santa Coloma, la de sus padres, parientes y por las del Purgatorio,
en general, se rece un responso semanalmente y cada año se celebre misa y
oficio de difuntos.
Igualmente
aparece citada la autorización del Ayuntamiento de Santurce para la extracción
de piedra con destino a la nueva iglesia, así como para derribar la actual una
vez edificada aquella, la plantación de árboles y el ensanchamiento de caminos.
CAMPA
DE SAN CRISTÓBAL, 1935
Por
una carta del cura párroco sobre la titularidad del antiguo solar donde se
ubicaba la ermita, se deduce que esta se encontraba en los terrenos de la campa
a la que se agregó otro adquirido por Juan Vicente de Durañona y que luego se
cercaron con pared y puerta de hierro.
Acaba
Chopitea informando que presta su conformidad a la ocupación de terreno para la
ampliación del lavadero, obras ejecutadas por el Ayuntamiento. Establece que la
campa no se destinará a servicio diferente al actual, sin la conformidad del
Ayuntamiento de Portugalete (ya era portugaluja desde el 10-7-1933) y de la
Junta del Patronato de la Fundación.
La
Junta continuaría conservando y disfrutando de la Campa, pero dado el
crecimiento de los barrios, al servicio de cuyos moradores fue edificada la
Iglesia de San Cristóbal, todos los días de fiesta quedará abierta la campa
para el natural y prudente esparcimiento de aquellos.
JOSE LUIS GARAIZABAL
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