Tasio Munarriz, nos ofrece una carta denuncia que un
grupo de 16 guardias municipales envió al alcalde sobre la actuación de sus
jefes encabezados por Antonio Lindosa.
En el trabajo que ayer publicamos de Roberto
Hernandez Gallejones, al llegar a esa época señala:
En 1972, un documento nos dice que el Cuerpo
o Departamento de Vigilancia y Seguridad, se distribuía así: el Sr. Armendáriz
como jefe, el subjefe Antonio Lindosa, los dos cabos señores Vega y Granadero,
y el resto de los agentes. Los servicios de noche estaban compuestos de 12
agentes, bajo la directa autoridad de Lindosa y de los cabos. El cuerpo diurno
estaba engrosado por otros 12 miembros.
Como es sabido, la actuación, y poderes que
detentaron Antonio Lindosa Seibane y sus acólitos, fueron muy discutidos
durante la etapa de agonía del régimen franquista. Los agentes municipales más
honrados, neutrales y menos politizados, se vieron perjudicados (algunos fueron
cuasi-expulsados, y otros relegados), por el notable autoritarismo de la época,
encarnado en tales y tan polémicos personajes. En estos años, se llegó a
confundir una función de represión política, con otra, la que es propia de un
servidor público, protector de personas y haciendas. La policía, en vez de
asegurar paz y tranquilidad a los ciudadanos, les atemorizaba, reprimía sus
ideologías diferentes a la oficial y sus manifestaciones de todo tipo,
granjeándose la hostilidad abierta o pasiva de la población por su equívoco
comportamiento. De todas formas, siempre acontece igual: por las fechorías de cuatro,
se tributa una descalificación a la mayoría.
Consideramos que la citada carta de los 16 municipales es un extenso documento
de interés para entender aquellos años, del que se nos ha quedado grabado un párrafo sobre la actuación de Lindosa, "lo hemos visto cómo en
algunas ocasiones ha golpeado brutalmente a personas inocentes o, al menos, no
merecedoras de tales inhumanos y crueles tratos, las ha sometido al más duro
castigo físico, golpeándoles repetidamente y con saña, hasta conseguir que
hombres en todo el sentido de la palabra, se descompusieran y excrementaran por
las piernas abajo, hasta salirles el excremento por los pantalones y caer al
suelo", por lo que hemos procedido a incluirlo en la
Biblioteca Digital Portugaluja, donde se puede consultar integro, pinchando aquí.
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