La
catequesis consistía en la enseñanza memorística del Catecismo de la Doctrina
Cristiana. Este era un librito de unas 20 páginas escrito por el jesuita Gaspar
Astete en el siglo XVI, en plena campaña de la Iglesia católica contra la
reforma protestante. Ese librito había sido “modernizado” en los siglos XIX y
XX trasmitiendo una mentalidad propia del primer concilio Vaticano, muy
diferente de la del Vaticano II. La metodología didáctica del catecismo de
Astete era muy elemental: un diálogo cerrado en forma de 360 preguntas con sus
correspondientes respuestas. Como una muestra de aquel supuesto diálogo
recuerdo dos preguntas con sus respuestas.
“P. Además del Credo y los Artículos, ¿creéis en otras cosas?.R.
Sí, padre, todo lo que está en la Sagrada Escritura y cuanto Dios ha revelado a
su Iglesia.
P. ¿Qué cosas son esas? R. Eso no me lo preguntéis a mí
que soy ignorante; doctores tiene la Santa Madre Iglesia que lo sabrán
responder.
Esta
última frase pertenece al acervo de dichos populares para indicar que uno no
tiene ni idea de algo pero que algún experto lo sabrá.
Otra
muestra de la mentalidad política y anticientífica de dicho catecismo es la
enumeración de los catorce errores condenados por la Iglesia: materialismo,
darvinismo, ateísmo, panteísmo, deísmo, racionalismo, protestantismo,
socialismo, comunismo, sindicalismo, liberalismo, modernismo, laicismo y masonería. Este tema no se les explicaba a
los niños.
El
catecismo tenía tres grados de acuerdo con la edad de los niños que acudían a
la Catequesis. El aprendizaje del primer grado era necesario para hacer la
primera comunión, rito socio-religioso practicado por casi todas las familias.
La Catequesis duraba hasta los 13 o 14 años para terminar los tres grados.
Antes
de la guerra los responsables de la Catequesis en Portugalete eran los PP.
Agustinos, que adoctrinaban a unos 500 niños y niñas en las Escuelas de Casilda
de Yturrizar, aunque no fuesen alumnos suyos, los sábados a la mañana.
Después
de la guerra, la Parroquia se encargó de la Catequesis mientras que la escuela
pública o el colegio religioso enseñaban la asignatura de Historia Sagrada.
Esta asignatura explicaba los episodios narrados en la Biblia, antiguo y nuevo
testamento.
En
el arciprestazgo de Portugalete D. Angel Chopitea organizaba un concurso entre
los niños de las catorce parroquias de la margen izquierda y zona minera que
tuvo mucha fama en su momento. Ganaban los que sabían de memoria las respuestas
a todas las preguntas y se llevaban los premios concedidos por la Caja de
Ahorros Vizcaína y las fábricas del distrito. Máximo Lejonagoitia recuerda que
ganó un concurso en la Catequesis parroquial, pero, antes de darle el premio,
se dieron cuenta de que no estaba bautizado. Le bautizaron rápidamente y le
dieron el premio. En la imagen aparece la chapa del “Catecismo parroquial de
Portugalete”.
En
las cárceles hubo también grupos de presos catequistas y catecúmenos
voluntarios que enseñaban o aprendían el Catecismo, como una de las condiciones
para conseguir la libertad condicional.
Tasio
Munarriz
No hay comentarios:
Publicar un comentario