Tasio Munarriz en su libro Santa María de
Portugalete. Parroquia revolucionaria 1961- 1982, dedicó unas páginas a la
muerte de Víctor Manuel Pérez Elexpe, al que se le hizo funeral en la parroquia
de San Cristóbal de Repélega y posteriormente manifestaciones en el pueblo. Como
la familia le facilitó más información para completar su recuerdo, lo recogemos
en esta entrada de hoy:
Víctor Manuel nació en Repélega,
el 4 de mayo de 1951. Miembro de una familia obrera y comprometida en la
defensa de las personas necesitadas, Víctor mostró su preocupación y
desconformidad desde muy joven, ante la falta de libertades políticas y ante
las injusticias sociales, culturales y económicas de la época. Participó en diversos
grupos parroquiales y movimientos sociales en Portugalete, hasta que ingresó en
el PTE, (Partido de los Trabajadores de España), realizando su actividad en la Margen Izquierda de la Ría del Nervión, sobre todo en
Sestao.
Nuestro hermano salió de casa el
día 20 de enero de 1975, hacia las seis de la mañana, antes de la hora de
costumbre, con la intención de lanzar unas octavillas a favor de la huelga
general en apoyo de los trabajadores de la empresa Potasas de Navarra. Fue
interceptado cerca de la iglesia de Santa María, por el cabo primero de la Guardia Civil , Narciso
San Juan del Rey, vecino nuestro, quien contó, según su propia versión, con la
ayuda del policía municipal del Ayuntamiento de Portugalete, Armando Rodríguez
Losada, y del Sargento Abad, sargento retirado de la Guardia Civil. Siempre, según
las declaraciones de Narciso San Juan, Víctor se negó a seguir sus órdenes y se
echó a correr.
Narciso San Juan declaró que nuestro
hermano, pistola en mano, le disparó primero, y en respuesta a los disparos
efectuados por Víctor, realizó dos disparos al aire: Uno de ellos le atravesó
el corazón. Cayó, en la calle General Castaños, a la altura de las escaleras de
la Ranche.
Las declaraciones de los
testigos presenciales, tomadas algunas de ellas por el entonces abogado y hoy
en día presidente del TSJPV, Juan Luís Ibarra, contradijeron la versión de la
declaración de Narciso San Juan. Nuestro hermano no portaba ninguna pistola,
por consiguiente, no hubo ningún disparo por su parte. Fue un asesinato a sangre
fría, por la espalda.
Con la intención de esclarecer
el luctuoso suceso y de que se hiciera justicia, nuestro padre, Fermín Pérez
Díaz, intentó llevar a juicio a Narciso San Juan, pero el caso se sobreseyó.
Narciso, como guardia civil, gozaba de fuero especial.
Lo intentamos posteriormente, en
tiempos del gobierno de Felipe González, y recibimos la correspondiente
negativa. En el año 2007 enviamos un escrito a la Secretaría de la Comisión Interministerial
para el estudio de la situación de las Víctimas de la Guerra Civil y del
Franquismo, donde exponíamos las circunstancias concurrentes en la muerte
violenta de nuestro hermano y solicitábamos un pronto reconocimiento público
por parte del Estado.
Posteriormente, con motivo de la
aprobación de la Ley
de Memoria Histórica, (Ley 52/2007, de 26 de diciembre) hicimos una solicitud
de declaración de reparación y reconocimiento personal (art.4 de la ley) y una
solicitud de indemnización a los beneficiarios de los que fallecieron en
defensa y reivindicación de las libertades y derechos democráticos. (art. 10 de
la ley).
Después de mucho esperar, mas de
35 años; después de perder a nuestros padres en el camino sin haber llegado a
conocer la buena noticia; después de perder a nuestro hermano Ignacio, el
pequeño, que murió sin poder entender porqué asesinaron a su hermano mayor y
porqué no se podía hacer justicia; después de una familia destrozada,… A
comienzos de 2010, por fin, recibimos la comunicación que esperábamos. A Víctor
se le reconoce como víctima del franquismo, lo cual implica reconocer que fue
asesinado por un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, cuando nuestro
hermano intentaba ejercer algunos de los más elementales derechos democráticos:
el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la huelga.
Este reconocimiento de Víctor
como víctima del franquismo lo
hemos conseguido gracias al tesón de de nuestros
padres, gracias a la implicación de unos abogados que entonces como hoy, se solidarizaron
de forma desinteresada, con riesgo para sus vidas; y gracias a las
declaraciones de los testigos. El apoyo de la organización Erreprexaliatuak de
Sestao, inestimable: organizó un acto a favor de las víctimas del franquismo en
Sestao, en la que nuestra madre sintió la solidaridad de los asistentes.
Eskerrik asko guztioi!
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