Durante las obras de eliminación del
saneamiento por superficie que se debió construir tras la avería de 2008, sobre
el túnel de la estación de La Canilla y escaleras de subida a la
calle-carretera de Mier (señalado en rojo en el plano inferior), han aparecido
dos sorpresas que no nos resistimos a contar.
Como ya dijimos en su día, un pequeño
arroyo bajaba desde las campas que había entre el Alto de San Roque y la zona donde hoy se asienta el ambulatorio,
a través de los terrenos de la familia Uhagón-Vedia y fue convertido en
saneamiento de la zona principalmente para dar servicio al nuevo matadero
municipal construido en 1891, que pasaba por debajo de las vías del tren desembocando en el dique (señalado en
amarillo).
Pues bien, al realizar la zanja para
sustituir la antigua tubería en la zona colindante a la verja de la estación,
las excavadoras dieron con un muro que se trataba del primitivo muelle viejo
que fue rellenado hacia 1888 ante la llegada del tren a Portugalete,
construyendo sobre él la estación provisional, ya que la flamante estación
terminal de Portugalete no estaba acabada (1890). Desgraciadamenteno dieron
importancia al hallazgo pero nos lo contaron amablemente al visitar la obra,
pero ya estaba entibada la zanja, colocado el nuevo tubo y se comenzaba a
rellenarla con hormigón.
En el plano que presentamos, señalamos
con (X) el lugar del encuentro. En 1986 ya aparecieron los muros de los muelles
al realizar la zanja para el Interceptor General del Saneamiento y como prueba
quedó la fotografía que publicó ese mismo año César Saavedra en su libro
“Imágenes de un Portugalete antiguo”. Dado que la zanja no ha avanzado más
hacia el dique, no se han topado con los muros del segundo dique, llamado “dársena
de flotación”, que fue rellenado entre 1934 y 1936, al construirse los nuevos
muelles y dique que han llegado hasta nuestros días.
El segundo hallazgo y de este si hemos
sido testigos, es el cráneo de una vaca fosilizada y diversos huesos que
seguramente se fueron por el agujero del matadero y han estado desde entonces dificultando
la conducción. La contrata la considera como posible culpable de los atascos
que se producían y que llegaron a reventar el muro de mampostería de la
estación en 2008. Junto a ella, han aparecido dos hachas de matarife, varias
pezuñas de vaca y huesos varios. El cráneo se puede contemplar aún en el jardín anexo a la estación, quedando a la espera de la decisión municipal sobre qué
hacer con él.
URTE BERRI ON
JOSE
LUIS GARAIZABAL
Gráfico y fotografías del autor.
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