El
pasado domingo a las 10 de la noche se procedió en un acto organizado por la
Asociación de Amigos de la Basílica a inaugurar las luces que alumbraran la
silueta del edificio mas antiguo e importante de nuestra noble Villa.
Como se dijo en
la presentación,
un nuevo faro ha prendido en la costa, fiero enemigo de la noche tenebrosa, del
olvido, la ingratitud, el silencio y de las sombras.
Las
viejas piedras de esta iglesia noble y gótica que en el siglo XVI levantara la
fe de una villa marinera cual naciente eguskilore, han cobrado vida nueva.
Se
han vestido de fuego las piedras cautelosas sabedoras de que el crepúsculo ya
no volverá a herirlas y que el amor de los portugalujos las ensalza y las
culmina.
Hasta
la gozosa campana ha cantado poderosa al sentirse acunada por el calor de una
vecindad que la han liberado del frío y
la oscuridad.
Ya
emigraron las sirenas de la industria poderosa, y no compiten con su tañido al anunciar
los ciclos de la vida callada de un pueblo trabajador.
Hoy
las piedras se tiñen de luz, como una aurora, una luz mística que siempre
estuvo en su interior pero que ahora es perceptible desde el horizonte.
Y
dicen aquellos que tienen oído sensible, que ahora en el espacio que media
entre los mares y el monte desde los viejos sillares de su iglesia patronal se
escucha como el latido de nobles corazones que saltan gozosos y agradecidos
ante esta señal.
Dicen
que son Andra Mari y la Virgen de la Guía que en su atalaya, ahora dorada, cantan
felices al saberse colmadas de amores por un pueblo sensato que busca en sus
raíces y bebe en el recuerdo de sus mayores.
Soportarán
estoicas huracanes y galernas al amparo de las piedras ancestrales que las
cuidan porque saben con certeza que Portugalete y sus gentes nunca las olvidan.
Por
nuestra parte queremos desear que este importante paso dado, tan esperado entre
el vecindario, sirva para que nuestras autoridades del Gobierno Vasco, que
tanto esperan del factor turístico, se pongan de acuerdo con el dueño del
edificio que aunque históricamente ha pertenecido al pueblo de la noble Villa
que lo levantó, es el Obispado de Bilbao, y afronten el siguiente paso.
Si
este primer paso según nos lo explicó nuestro acompañante en el acto, Koldo Nuñez, ha consistido en alumbrar los muros de su fachada,
que ahora resaltan como se ve en las fotos que nos ofrecieron esa noche Txema Magdalena e Iñigo Arévalo, el siguiente consistiría en llevar a cabo el
proyecto de iluminar el
exterior del templo con luces adosadas en puntos precisos que resalten todos
los elementos artísticos que lo componen. Este proyecto que según nos explicó Javier Martín, ya se realizó cuando
dirigía él SURPOSA no tenía nada que ver con lo realizado ahora ni por supuesto
su costo que era muy superior.
O
sea que como es cuestión económica solo nos queda esperar que el éxito de la
actual actuación y el aumento de visitantes a nuestra Villa anime al
departamento correspondiente del Gobierno Vasco a pensar en su realización. El
Ayuntamiento, como lo hace ahora correría con su mantenimiento.
Aprovechando
este evento la ASOCIACION DE AMIGOS DE LA BASILICA ha organizado un Certamen de fotografía postal de Navidad Basílica
de Santa María de Portugalete, cuyas bases se pueden consultar en su web (pinchar).
Para completar esta entrada recogemos los versos que se recitaron anunciándonos que YA SE ACABARON LOS
TIEMPOS OSCUROS:
La vieja noche, esa oscura mortaja,
La vieja noche, esa oscura mortaja,
anda llorando su
pobre destino,
porque ha
encontrado de pronto una alhaja,
que se interpone
en su negro camino.
Un relumbrar que
la vence y la ultraja
y troca su luto
en canto divino.
Ahora la sombra
no abreva en sus muros
y sus piedras
lucen con tonos puros.
El viento en el
mar las olas abraza,
las pone a
bailar con tierno descaro
y algo susurra
mientras las enlaza
de un bello
puerto que alumbra más claro
la vieja iglesia
que mira a la plaza
se alza
imponente y brilla como un faro.
Ya se acabaron
los tiempos oscuros
sus viejos
sillares duermen seguros.
La dulce luna
con blusa de plata
anda envidiosa
de Santa María,
por su arenisca
de tono escarlata
que trae a la
Villa nueva alegría.
Piensa que su
torre es un poco ingrata
que ella la
alumbraba y que la vestía.
Ahora la sombra
no abreva en sus muros
y sus piedras
lucen con tonos puros.
La luna, el
viento, el tiempo y la noche
hoy se han
rendido ante Santa María
que refulge en
la villa como un broche
renacida del
gris que la envolvía
y sonríe feliz
sin un reproche
su reflejo en
las aguas de la ría.
Ya se acabaron
los tiempos oscuros
sus viejos
sillares, duermen seguros.
Ahora la sombra
no abreva en sus muros
y sus piedras
lucen con tonos puros,
ya se acabaron
los tiempos oscuros
sus viejos
sillares duermen seguros,
han sobrevivido
a los tiempos duros,
esperan
confiados tiempos futuros…
Cuando ve de sus
hijos el desvelo…
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