Intentando dar visibilidad
a las mujeres en el Diccionario Biográfico Portugalujo, que aparecen en tan
pocas ocasiones, nos encontramos que uno de los pocos oficios en el que en
siglos pasados podían llevar la voz cantante las mujeres era en el de
posaderas. O sea que las fondas o posadas eran llevadas por mujeres, en muchos
casos porque sus maridos estaban navegando y en otras porque eran viudas.
Una entrada en
el blog de Aurelio Gutierrez, LA VIDA PASA,
corrigiendo algunas fechas y aspectos que se han repetido hasta la saciedad en
la biografía del indiano Manuel Calvo Aguirre nos ha llevado a recuperar la figura de
su madre, Maria Josefa Aguirre Chopitea.
Nacida en
Ondarroa, era hija de Martín de Aguirre y de María de Chopitea, naturales ambos
de dicho puerto vizcaino.
Llegó con 18
años quizás a dedicarse a servir en alguna casa de comidas, conociendo a Matías
Calvo Garaboa, tres años mayor que ella, natural de Santiago, capitán de la
marina, cuya dedicación principal eran viajes comerciales entre Londres y
España.
Se casan en
1802, estableciendo una Fonda en el Cantón de Carnicería, esquina a la plaza
del Solar, que aunque conocida como Fonda de Calvo, sería regentada por ella,
conocida popularmente como Maripepa. Tras dar a luz a un primer hijo que muere
al de pocas horas, nacerá en 1804 su hija Brigida.
Matías era
capitán de la fragata “Santa Ana”, alias la “Estrella”, cuando en 1816 tendría
su segundo hijo, Manuel, y en 1821 al tercero José, a quienes su padre les
enrolaría desde pequeños en la marina, dejando a su mujer sola al frente de la
Fonda con su hija. Ambos dejarían la marina para emigrar a Cuba por lo que la única ayuda familiar que Josefa pudo tener
entonces en la Fonda sería la de su hija.
Brigida con 27 años se casaría con Pedro Gaviño y le daría cuatro nietos. Por su parte
su tercer hijo José, tras ser llevado por su hermano Manuel a la Habana volvió
para seguir en la marina como piloto de buques mercantes, casandose con María
Agustina Arteagabeitia que le dio tres nietos.
En sus últimos
años con Matías ya en tierra, y dedicado en ocasiones a la política municipal
como concejal y sin descendientes que siguieran con la que entonces se conocía
como la Posada vieja de Calvo, la
sacaron a remate en 1851. Al año siguiente nace su biznieto Faustino Diez Gaviño del que Matías sería su
padrino y tres años después con motivo de
la epidemia de cólera morbo el matrimonio moriría a la vez con solo unas horas
de separación.
Como vemos en la foto
superior, el edificio de la Posada, que hemos coloreado, con fachada
a la Plaza y al cantón de Carnicería sería derribado posteriormente y sirvió
para ampliar el Ayuntamiento hasta el cantón, hoy con el nombre de Salcedo, que
no tiene el número 2 que ocupaba el edificio de la Posada de Calvo.
Buen complemento a mi excelente trabajo. Felicidades y gracias.
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