Ha pasado ya mas de siglo y medio desde que se inauguró en el Muelle Viejo esta citada Fonda de los Vapores, cuyo propietario José Urquía anunciaba su apertura en el periódico madrileño GIL BLAS, en su edición dominical del 21 de junio de 1868.
Estaba situado en el muelle, “al lado mismo de la rivera de la ría”, o sea el actual muelle Viejo, ya que todavía no existía el muelle Nuevo.
Su descripción no deja de asombrarnos: Vistas deliciosas, habitaciones con lujo, magníficos comedores, comidas
abundantes, esmerado y económico trato para las familias, proximidad a la playa
y casetas de baño preparadas con aseo y hasta con lujo, son el más agradable aliciente
para pasar una distraída temporada, al viajero del interior que goza con la
continua entrada y salida de toda clase de buques que pasan a pocas brazas de
distancia del gran edificio-fonda.
Descartado el HOTEL de Manuel Calvo, nos queda por descubrir en cuál de los edificios que existían entonces en el muelle Viejo se encontraba, por lo que por lo que hemos encabezado la entrada con un detalle de la foto que Jean Laurent sacó cuatro años antes, aunque seguiremos nuestras indagaciones.
El dueño tenía también la fonda la UNIÓN en la calle Nueva de la invicta villa de Bilbao, donde los turistas podían descansar algunos días tanto al llegar como al regreso.
No ofrece ningún aliciente en Bilbao y sí en Portugalete donde el Ayuntamiento organiza en obsequio de los forasteros, la más divertida temporada de verano con regateos, cucañas y bailes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario