Si bien Los Oyos (sic) se cita como apellido en 1499 (Txomin Etxebarría Mirones: Orígenes históricos de Portugalete. Relación toponímica, p. 36), como topónimo no aparecerá hasta 1578 (según me refiere José Luis Garaizabal), citándose en 1589 “el Crucifijo de los Hoios” (José Luis Garaizabal: Topónimos de Portugalete, p. 28). Otras veces, como en 1679, se escribe con la grafía Los Oyos (Txomin Etxebarría: obra citada, p. 58). Esta grafía cambiará ligeramente en subsiguientes textos, muchas de las veces al situar la citada ermita de El Crucifijo de los Hoyos.
Pero lo que ahora nos interesa es el origen
de su significado. Jose Manuel López Díez, en su “Diccionario histórico de
las calles de Portugalete”, nos dice en la página 102: “evidentemente
alude a unas concavidades u honduras formadas en la tierra. No obstante la
filóloga Isabel Echevarría acerca esta etimología a nuestro medio
encartado: en las hablas montañesas, el plural de hoyo también designa “campos de
dolinas”. Las dolinas son depresiones circulares más o menos grandes,
originadas por la disolución de zonas calizas como esta”.
Podemos desarrollar más esta teoría. Bernardo
Dorado en su “Compendio histórico de la ciudad de Salamanca”, nos dice
que el arroyo de Santo Domingo discurría por la zona Este de la población,
llegando a la Plazuela del Mercado del Grano, donde se estancaba. Allí formaba
una pequeña laguna denominada El Hoyo. En la obra citada, página 21, don
Bernardo cita un documento de 1398 donde se dice que “se compró una
parte de la muralla vieja de la calle Asadería y se derribó para aprovechar la
piedra, y con el ripio del derribo se comenzó a cegar la laguna del Hoyo”.
Como vemos, el topónimo es idéntico al
portugalujo, y puede dar explicación a la denominación de nuestro barrio.
Recordemos que antes decíamos que Los Hoyos definen tanto “unas
concavidades u honduras formadas en la tierra”, como las “depresiones
circulares más o menos grandes, originadas por la disolución de zonas calizas”.
Y esto no sólo era lo que pasaba en el estancado río salmantino, sino que es
precisamente lo que aún hoy día sucede en nuestro rural barrio. Veamos.
En las fotos adjuntas vemos, en el barrio de los Hoyos, una depresión alargada que fotografié en julio de 2018, totalmente seca. A continuación vemos esa misma depresión o dolina en diciembre de 2020, después de varios días de lluvia. La dolina pues, se ha colmatado de agua. Bien. ¿Por qué ocurre esto?
Esto sucede cuando, como se decía más arriba, las zonas calizas más superficiales se disuelven, volviéndose “esponjosas”, lo que les permite absorber y retener cierta cantidad de agua. Esto se denomina capa freática. Por debajo de esta capa existe una superficie inferior más dura, impermeable, que no permite la absorción del agua. La otra capa superior, que es la llamada freática, al estar saturada, retiene el agua, permaneciendo durante cierto tiempo una pequeña laguna. Que es exactamente lo que sucede en la foto de diciembre de 2020. Y lo que con seguridad debía suceder en siglos pasados, pero en mayor número (recuérdese que nuestro entorno era antes mucho más lluvioso), de ahí que nuestro topónimo, al contrario que el salmantino, sea en plural.
La geología y el clima en este caso, pueden dar perfecta explicación al topónimo Los Hoyos.
Aitor González Gato.
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