El 12 de mayo de 2020 José Luis Garaizabal publicó en este blog un interesante artículo sobre la desaparecida Estrada de la Pajona, estrecho camino que arrancaba entre el convento de las Siervas de María y el n.º 12 de la calle Gregorio Uzquiano, atravesaba la actual Carlos VII (entonces ocupada por huertas) y llegaba hasta la parte alta de General Castaños. No repetiremos los datos aportados por Garaizabal, a cuyo artículo remitimos (PINCHAR), y tan sólo añadiremos dos datos que no aparecían en dicho artículo.
En la relación de
bienes pertenecientes al mayorazgo de los Montaño-Salazar, de 1569 (aunque
en copia de 1662) consta «La viña llamada La Pajona que linda por la
cabecera con la estrada que llaman de Çumillo» (Gregorio Bañales:
Mayorazgos de la Villa de Portugalete, p. 96).
En un reconocimiento
jurisdiccional del 29 de mayo de 1764, las autoridades portugalujas
afirmaron que varios términos pequeños estaban incluidos en barrios más
amplios. Por ejemplo, La Pajona estaba dentro del
barrio de Abaro (Cipriano Ramos Larriba: Monografías de los Pueblos de Bizkaia.
Portugalete, p. 31).
La pregunta principal
que se hacía Garaizabal, es cuándo desapareció esta estrada: si con la
construcción del convento de las Siervas de María, cuya primera piedra se
puso el 22 de octubre de 1913, terminando las obras en 1915, o con motivo de la
construcción del n.º 12 de la calle Gregorio Uzquiano, comenzado en 1947.
Lo cierto es que nada
se dice del asunto en la única monografía que existe sobre el convento de las
Siervas de María, titulada Las armas de las Siervas, obra de Javier M.
Suescun. Como tampoco se dice nada en la noticia que sobre el comienzo de las
obras del monasterio publicó el Noticiero Bilbaíno el 23 de octubre de 1913.
Intrigado por la
cuestión, el 18 de agosto de 2022 me puse en contacto con las monjas del
convento, por si conservaban el recuerdo del camino. Como era de esperar,
ni las más ancianas recordaban un caminito que debió pasar desapercibido
para la mayoría de la población, hasta el punto de permitir su ocupación con el
patio conventual. Una de las monjas, la salmantina Sor Josefa, a petición
mía tuvo la amabilidad de consultar el llamado Libro de Crónicas,
donde las monjas escriben su día a día, pero nada consta en dicho
Libro sobre la estrada, ni siquiera en sus fechas más
tempranas.
Con idéntica amabilidad, Sor
Josefa me permitió acceder al patio interior que se abre entre el
convento, la fachada trasera del n.º 12 de Gregorio Uzquiano, y las fachadas
traseras de los edificios que dan a la calle Gipuzkoa.
Gracias a ello pude
realizar la fotografía que presento a los lectores. Como se aprecia en la
imagen, el espacio que ocupó la estrada está ocupado por un jardín, algunas
dependencias auxiliares del convento, y a la derecha un murete de piedra que
cerca un pequeño patio anexo a la fachada trasera del citado n.º 12
del Ojillo.
Expongo a continuación
dos hipótesis:
- Es muy posible que
la preexistencia de la estrada coadyuvara a que se crease este
relativamente amplio patio.
- Aunque la Estrada de
La Pajona desapareció, en su lugar se abrió un estrecho camino
que hoy día transcurre pegado a la fachada del convento, como se
puede ver en la foto. Desde luego no estamos en posición de poder afirmar que
es la Estrada de la Pajona, pero como “heredero” de dicha estrada, este
caminito es lo más parecido que nos queda. Además, como vemos en la
imagen, el caminito desemboca en un portón que se sitúa en la misma dirección
que debió seguir la estrada original, en su transcurso hasta la parte alta de
General Castaños.
En conclusión, tendremos que esperar a que aparezca algún nuevo documento, quizá en el Archivo Municipal, para despejar nuestras dudas sobre la desaparición de la Estrada de la Pajona.
Aitor González Gato.
El nº 12 de Gregorio Uzquiano ¿tiene algo que ver con la Academia S. Antonio?.
ResponderEliminarEfectivamente. Si no me equivoco, en su primer piso estuvo la academia San Antonio
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