En ocasiones, con gran
pesar tenemos que hacer referencia a edificios históricos derribados en
nuestros días, que si bien no tuvieron la riqueza artística de otros inmuebles
memorables, su presencia formó parte de la idiosincrasia y la memoria de
nuestro pueblo. Hoy hablaremos brevemente de dos de ellos.
El primero se trata
del caserío donde estaba el bar La Parra, nombre debido a una frondosa parra
que recorría parte de su fachada. Se encontraba junto al n.º 12 de la calle
Antonio Alzaga, frente al n.º 99 de la calle General Castaños, donde hoy se
levanta la parroquia “María, Madre de la Iglesia”. Por tanto “La Parra” estaba
ya en jurisdicción de Santurce, si bien geográficamente por su ubicación era
parte del barrio portugalujo de Buena Vista.
Este viejo caserío,
que quizás lo pudiéramos datar en las primeras décadas del siglo XX, ha sido
derribado muy recientemente, hacia diciembre de 2022, y hoy en su lugar se está
levantando un nuevo edificio. Algunos portugalujos aún recuerdan la pequeña
tasca que en la década de los 60 del siglo XX regentaban Rufino (oriundo de
Galdames) y Mertxe Arbaiza (esta proveniente de Orduña). También servían
modestos menús a los “parroquianos” más asiduos. Además, gestionaban un carrejo
o juego de bolos en la parte trasera del caserío. Como me cuentan los vecinos
del barrio, fue este un entorno de muchos caseríos y txakolís, entre los que
descuella, ubicado justo frente al caserío La Parra, por tanto en jurisdicción
de Portugalete, el desaparecido txacolí Larrea, cuyo propietario era José María
Larrea Otero, quien se trasladó a dicho txakolí proveniente del cercano barrio
portugalujo de Los Hoyos.
El segundo edificio,
mucho más grande y de mayor relevancia artística, estaba en el n.º 48 de la
calle General Castaños. Veamos lo que nos dice Gorka Pérez de la Peña en su
libro “Portugalete. Historia de su arquitectura y expansión urbana”, p. 250: “ejemplo
notable de la arquitectura racionalista en el País Vasco. Lo construyó en 1936
Santos Zunzunegui para Toribio San Juan (…). Plasmó los caracteres propios del
racionalismo, como son la composición plana y rígida, los muros revocados (…),
los ventanales dispuestos a modo de vano horizontal y el chaflán resuelto con balcones
redondeados”.
Por desgracia este
inmueble fue demolido en febrero de 2020, con lo que perdimos otro monumento
portugalujo. Aún hoy los más mayores recuerdan cómo los propietarios de la
panadería Jayo, a la sazón el riojano Mariano Jayo y su mujer e hijas, que
ocuparon buena parte del edificio al poco de construirse este, repartían por
todo Portugalete y Santurce pan y pasteles en una mula y en carro en la década
de los 60. Los Jayo fueron muy populares en la villa hasta que cerraron el
negocio.
Y así, poco a poco, casi sin darnos cuenta, vamos perdiendo muchos edificios que formaron parte de nuestra historia, sustituidos por bloques de viviendas más vinculados a intereses económicos y empresariales.
Aitor González Gato.
Bellos y añorados recuerdos de
ResponderEliminarSoy Juanfer, añorados recuerdos de nuestra activa pubertad, que andábamos y recorríamos toda la jurisdicción portugaluja y alrededores. Mila esker Aitor ta egun ona pasa.
ResponderEliminarRecuerdo ambos edificios, en mi niñez y juventud. Más la panadería Jayo pues yo vivía en el n° 44 de entonces y compraba el pan ahí. Y recuerdo como descargaban los enormes sacos de harina. Entonces al principio de la calle G. Lasurtegui con Gral. Castaños había dos grandes columnas que supongo pertenecieron a la finca del chalet donde se ubica el colegio Sta. María.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios, que al ponerlos aquí complementan la historia de estos edificios, y por lo tanto, de nuestro pequeño y querido Portugalete.
ResponderEliminarObservando con detenimiento las fotos de la fachada que daba a General Castaños y la que daba a Fray Gabriel de Lazurtegui, empiezo a pensar que esta última debe corresponder a una fase constructiva posterior. Los estilos artísticos de ambas partes no concuerdan en absoluto, ni la altura ni sus funciones (una residencial y otra industrial).
ResponderEliminarEn mi opinión la parte correspondiente a la Panadería Jayo debió construirse bastante después, quizá en la década de los 40 o 50 del siglo XX.
Luis Bastida Rovira, portugalujo de pro que cuando me vé por la calle me "regaña", siempre amablemente, cuando escribo algún error, me corrige sobre el hecho de que Mariano Jayo no era riojano como yo había dicho, sino natural del pueblo navarro de Lerín. A pesar de su enorme popularidad en Portugalete, tenía su residencia en Santurce. Gracias Luis por la corrección.
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