Las casas números 1 y 2 del Ojillo son las mas antiguas de
la calle, pues cuando el Ayuntamiento proyecta este ensanche lo hace empezando
desde estas dos casas que ya existían.
En concreto en el lado de sus números pares, la que
rotularon con el nº 2 (en la actualidad tras ser derribada, su solar se
mantiene vacío) pertenecía a Gregoria Aguirre y tenía a continuación, sin ninguna
alineación, la casa de Vicuña con terrenos alrededor, antiguo solar de la Torre
del Coronel, y que así estarían hasta 1924 en que se construye la casa que
actualmente hace esquina con la calle Correos, proyectada por Santos
Zunzunegui.
En la foto superior en un acto festivo en día de San Roque
de 1924, se ve la nueva casa en construcción y separada de la primera por un
espacio en la que se instaló el fielato.
Lo que tenemos claro es que la primera taberna que hubo en
el Ojillo, fue aquí y que en 1910 la tabernera era Eufemia Aqueche, y se
anunciaba “para los forasteros” como “situada a la subida del frontón”, suponemos
que dirigido a los que venían a los partidos del frontón La Estrella.
No disponemos de mas noticias de ella y ya en 1928 se
empadrona en la Villa Secundino de Areso Albizu, natural de Baracaldo, quien a
continuación aparece al frente del mismo.
A lo largo de los años 30 su anuncio se repite en los
programas de fiestas, como Café, Bar y Licores. Café especial exprés. También
se anuncia como fabricante de gaseosas.
Como novedad con otras tabernas de la Villa, nos recuerda
que disponía de teléfono (Locutorio público) y Depósito de gasolina y petróleo.
Efectivamente como vemos en la fotografía, enfrente de su
bar estaba el surtidor de gasolina que era atendido por él.
No sabemos las causas de su desaparición, pero tras la
guerra con la nueva década de los 40, el bar entra en una nueva etapa con el
nombre de EL KILOMETRO, del que nos habló Juan Fermín Lopez Markaida en este
blog. (pinchar).
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