En
1851 se celebró en Londres la primera Gran Exposición, teniendo un gran éxito e
impacto internacional. Este éxito animó al gobierno español de Cánovas del
Castillo a impulsar la celebración de una gran Exposición Nacional dedicada al
mundo del vino, dado que los caldos españoles habían tenido mucho éxito en la
Exposición de Viena de 1873, obteniendo el primer puesto en la primera
categoría, galardón otorgado por un Jurado Internacional compuesto por 80
miembros de las 31 naciones participantes.
Por
otro lado, en Europa aparece la filoxera, destruyendo masivamente las cosechas,
obligando a Francia a importar vinos españoles tras el ataque a sus viñedos en
la década de 1860. Se llegó a pensar que España podría erigirse en la primera
potencia del mundo en producción de vino, ya que no se vio afectada hasta 1878
(Málaga y Girona), pero al final, el insecto picador terminó asolando todo el
país a finales de siglo. (El álbum de la Exposición 1877, Juan Antonio
Fernández y Mª Teresa García).
Vistas
las cosas, se publica el real decreto de 15-9-1876, en el que se describen los
objetivos de la Exposición Nacional Vinícola: “(…) Conocer los diferentes
productos de la industria vinícola española, sus procedimientos y maquinaria e
instrumentos empleados, realizar análisis y catas de las diferentes bebidas, y
reunir amplia información estadística y censos de producción y productores”.
Por
circular de la Presidencia de la Junta dirigida a los Gobernadores con fecha
14-10-1876, se recomendó el inmediato envío de relaciones nominales de los que
pudieran concurrir a la Exposición, acompañando modelos acomodados a las
secciones y clases del programa.
Estos,
cursaron órdenes a los ayuntamientos para que facilitasen los datos de los
productores locales y las materias que producían, si estaban entre las siete
clases de la sección. En la portada del expediente del AHMP C154-010 se dice
que eran “los que deseaban concurrir con sus productos a la
Exposición Vinícola”.
Ya
publicamos en su día en este blog la relación de los 34 productores
portugalujos de “chacolí blanco”, a 6 de Febrero de 1877, en la
que figuraban apellidos ilustres: Butrón, Lazcano, Menchaca, González, Mier,
Urioste, Chávarri, Capetillo, Esmoris, Castet, Casado, Carranza, Zugazaga,
Calvo, Fernández, Durañona, Balparda, Salazar, Allende, Otaduy, Vallejo,
Careaga, Retuerto, Moro, Ariño, Echelecu, de la Hormaza, Villar y Echevarría. De
ellos, 14 eran mujeres, al menos 12 viudas, figurando en segundo lugar la
protagonista de este artículo: Dª Rosa de Lazcano.
Igualmente,
enviaron la relación de los fabricantes de instrumentos, aparatos, herramientas
y utensilios de todas clases comprendidos en la sección segunda del programa.
En
ella figuraban: Narciso Trochu y Nicolás Villanueva (fabricantes de
embudos, medidas, jarros y bombas de trasiego, todas ellas de hoja de lata),
indicando que no existían fabricantes de los demás instrumentos solicitados.
En
el modelo nº 5, se indicaba que no existían fabricantes de los enseres y
utensilios solicitados, especificando que: “Para beneficiar la uva y hacer
chacolí, se usan lagares y prensas de madera y fierro, y para la conservación
del caldo o líquido, pipas catalanas (238,50 l.) que vienen con
aguardiente y también pipotes que son mucho mayores que las pipas catalanas.
Las
pipas catalanas las suelen comprar los cosecheros, bien en su localidad después
que quedan vacías de aguardiente o bien en Bilbao. Los pipotes también suelen
comprarse generalmente en Bilbao”
Representando
a Portugalete acudió Dª Rosa Lazcano Echebarria (1823 -1884), viuda de
Millán José de Vicuña, domiciliada en la casa sita en el solar de la antigua
Torre del Coronel (plaza del Cristo nº 3), como productora de chacolí blanco
de la cosecha de 1876, procedente de la hacienda denominada “Cerrada de
Cálega”, a peseta la medida de azumbre (2,06 litros). Producción
anterior, 160 hectólitros. La representaba en Madrid, su hijo D. Gumersindo
Vicuña, calle de La Gasca, nº 22.
Para
la Exposición, se publicó un catálogo con todos los expositores, productos,
producciones y precios, figurando Dª Rosa representando a Vizcaya con el número
5.559. Junto a ella, D. Policarpo Lezama y Hermano, de Bilbao, con su “vino
tinto natural, de pasto, chacolí rojo de Orduña” etc., y D. Juan de
Villar, de Zalla, con “chacolí tinto” de la cosecha de 1876,
elaborado con uva graciana, seña, garnacha y gascón, procedente de la finca Luigueti,
a 42,50 ptas. hectólitro en la localidad y 49 ptas. en el resto. Producción 35
Hect. El último productor (5.562) de chacolí era D. Mariano de
Zabalburu, de Begoña, a 50 ptas. hectólitro. Como contraste con la situación
actual, de Gipuzkoa solo acudieron tres sidreros. (Biblioteca Digital
Hispánica)
En
la orla de la Junta de la Exposición podemos ver, con el cargo de
Vicepresidente, a otro “portugalujo” ilustre, como fue el I Marqués de Mudela, D.
Francisco de las Rivas Ubieta, dueño y constructor de la “Finca de los
perros” (Lexarza) en la que vivió su hermana Antonia.
JOSE LUIS
GARAIZABAL FLAÑO
Portugaleteko
mahastizainak-
Txakolinaren Elkartea
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