Este nos recuerda que las añas, nodrizas, amas de cría o añas secas,
eran los nombres que recibían las señoras encargadas de cuidar a los niños de
las casas pudientes.
En el citado periódico, Carlos Bacigalupe, nos lleva al año de 1875,
tras la guerra carlista, y buscando en El Noticiero Bilbaino, nos señala que
era frecuente la inserción de avisos publicitarios en las que las nodrizas
ofrecían sus servicios “lácteos”:
“Hay una casada de dos
meses de parida, que desea criar en casa de los padres de la criatura. Información
en esta redacción”.
Por su parte Karla nos detalla su figura:
Generalmente orondas,
con sus moños recogidos por un pañuelo a la cabeza (buruzapi), también con
curiosos tocados, de voluminosos pendientes, trajes a cuadros y rayas o
perfectamente bordados, largos y grandes delantales de blanco inmaculado. Sus
uniformes de verano solían ser blancos, …
Nosotros dejamos constancia de su existencia en Portugalete a final del
siglo XIX y principios del XX, ilustrando el tema con dos fotos. La primera
corresponde a 1901 y pertenece al archivo de Juan Real de Asúa, mientras la segunda, luciendo su pendiente y
traje de aña, facilitada por Mariluz
Aborruza, corresponde a María Agirregoikoa, madre de Serapio Aborruza.
Publicado el 28 de mayo 2014
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