lunes, 28 de octubre de 2024

LOS DOMINGUINES DE LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LA GUIA

 


Alguna vez se nos ha preguntado sobre el origen del los dominguines que en la festividad de la Virgen de la Guía se cuelgan en medio de la calle Coscojales, y cuya única noticia es la que nos daba Miguel Angel Marín, en uno de aquellos programas de fiestas de mano que el Berriztasuna Taldea editaba hace una década.

Decía que según le había dicho Pedro Heredia antes de su muerte, así como las religiosas de Santa Clara, los muñecos conocidos como dominguines, que eran volteados durante la fiesta, recordaban a un matrimonio de la calle Coscojales llamados Domingo y Dominga, “muy aficionados al morapio por lo cual eran la chacota del pueblo”, “en la fiesta, se vestían con sus mejores galas, siendo invitados a tomar txikitos hasta que los efectos del morapio los sumía en los sueños del Dios Baco, siendo la diversión de la fiesta”.

Recogemos hoy el tema, al encontrar en una reseña de la fiesta de final del siglo XIX, que además de correrse entonces la sokamuturra por la calle, los balcones se engalanaban con colgaduras y algunos peleles, o sea, según la Academia, con figuras humanas de paja o trapos que se suele poner en los balcones o que mantea el pueblo”. 

La reseña completa de El Nervión del 2 de julio de 1897, que nos facilita Karla Llanos, dice exactamente lo siguiente:

 “...Con motivó de ser ayer la festividad de la Virgen de la Guía, patrona de la calle de Coscojales, de la villa de Portugalete, se celebró la romería de costumbre siendo esta muy animada, pues desde las primeras horas de la madrugada comenzó el disparo de cohetes.

A las ocho de la mañana la banda de tamborileros del pueblo, tocó algunos aires euskaros. Todos los balcones de las casas se hallaban engalanados con banderas y colgaduras y con algunos peleles.

Por la tarde continuó el tamboril, corriéndose un novillo ensogado por las calles, y por la noche siguió el tamboril y el baile...”

No sabemos cuando vivieron y murieron los populares personajes coscojaleros, o sin llegar a existir forman parte del imaginario popular, pero parece ser que su nombre sirvió para bautizar a aquellos peleles que se colgaban en algunos balcones, tras vestirles adecuadamente para la fiesta.

4 comentarios:

  1. Como anécdota de los dominguines, Mikel López de Vergara, me comunica que durante el siglo XX, hubo un año, el 1957, en que no se colgaron. En enero había muerto el txistulari Luis López de Vergara, gran colaborador durante años en dicha fiesta, y los vecinos como muestra de respeto, por el cariño que le tenían decidieron en su recuerdo dejar su colocación en suspenso.

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  2. Mi madre, nacida en Coscojales, no sé la razón, pero siempre los llamaba : "Los americanos"

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  3. Claro, era de 1904

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