viernes, 22 de junio de 2012

75 ANIVERSARIO DE LA OCUPACIÓN DE PORTUGALETE POR EL EJERCITO REBELDE EN 1937


Después de ser ocupada la villa de Bilbao el 19 de junio de 1937, fueron cayendo como piezas de dominó Baracaldo, Sestao y Portugalete, tal día como hoy, día 22, sin ninguna defensa porque el ejército vasco había evacuado.
Durante 40 años se celebró en esta Villa la fiesta de su “Liberación” con festejos apropiados. Se hizo un panteón en el cementerio para recordar a los Caídos del bando vencedor, se puso sus nombres en una lápida a la entrada lateral del templo de Santa María, se levantó un obelisco con su lápida correspondiente en los jardines de Salazar y se publicaron recordatorios dando a sus familiares las medallas de bronce de la Villa.
Actualmente no se celebra ni recuerda nada: supuestos antirrepublicanos asesinados en barcos-prisión y cárceles de Bilbao, bombardeos de la villa, caídos del bando perdedor o del vencedor. Da la impresión de que en Portugalete no pasó nada. Además de las conmemoraciones de los bombardeos de Otxandio, Durango y Gernika, en Bilbao se ha recordado la batalla de Artxanda. En Portugalete no se ha recordado nada, como si los portugalujos no hubieran estado en la guerra, como si ésta fuese entre griegos y troyanos.
Pero Alfredo Sierra nos cuenta:
“Tenía yo 6 años cuando el 22 de junio de 1937 aproximadamente a mediodía empezaron a pasar por delante de mi casa, Villa Nueva 13, los soldados del Ejército nacional. Venían de Sestao en dos filas, cada una por un lado de la carretera. Yo estaba en la puerta y uno de ellos salió de su fila para pedirme algo caliente porque llevaba días comiendo frío como el bocadillo de chorizo que iba degustando en ese momento. Quería que lo caliente se lo diese con rapidez porque los jefes les habían prohibido entrar en las casas. Me dio el bocadillo de pan blanco y entré en la cocina para enseñárselo a mi abuela y pedirle algo caliente. Esta preparó una taza con un sucedáneo de café (malta o algo así) que ya estaba caliente. El soldado se la tomó y siguió su camino. Yo ya no les vi por dónde bajaban, probablemente por la carretera hasta el cementerio de Portu o por la calle Maestro Zubeldia por debajo del Fuerte San Roque. Iban unas decenas porque no me alcanzaba la vista a verlos desde los primeros a los últimos.
Angel Alday dice que vio entrar a unos pocos italianos con camisas “azurras” (azules) atravesando la Ría en botes desde Las Arenas al grito de “Avanti per Saboya”.
Las versiones pueden ser complementarias porque los ocupantes pudieron entrar por dos zonas simultáneamente o con poca diferencia de tiempo y los testigos de Villa Nueva no estaban al mismo tiempo en la Plaza del Solar.
El secretario municipal Mariano Ciriquiain dejó escrito: “En la plaza de la casa Consistorial, que luego había de llamarse del Generalísimo, apenas dos docenas de personas y otros tantos soldaditos que se entretenían deshaciendo a patadas los últimos restos de la influencia moscovita que pendían colgados de un balcón. (…) Un bote aparecido sobre las aguas de la ría trajo unos “boinas rojas” y unos “camisas azules” que nosotros, hechos a otros rostros, miramos sorprendidos” (…)
Según este testimonio, cuando entraron los carlistas y falangistas o italianos, ya había soldados en la Plaza. El Ayuntamiento franquista condecoró con la medalla de plata de la Villa a la compañía al mando del capitán Eleuterio Durán y de los sargentos Diego Correas, Dalah Ben Adelkader Frahana y Ramírez Marian con dos cabos y 15 soldados de nombres y apellidos españoles.
Los hijos y nietos de los 851 milicianos y gudaris, 115 de los cuales murieron en combate, tienen derecho, si quieren, a decir que sus abuelos y padres no fueron malhechores sino leales y defensores de unos valores democráticos que, al final, han prevalecido. El Ayuntamiento republicano prohibió el sepelio público de los combatientes muertos para no desanimar a la población pero añadía: “Día llegará y no tardando mucho, en que podamos tributarles el homenaje grandioso e imperecedero que su heroísmo y noble sacrificio merecen”.
Ese día todavía no ha llegado.
Tasio Munarriz

6 comentarios:

  1. También una calle (la actual Axular), se llamó "22 de Junio".

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  2. Tasio un abrazo muy fuerte y gracias por toda tu labor en recuperar la historia jamas contada de ese periodo oscuro de la guerra civil en Potugalete. De todas las maneras siguen existiendo individuos que confunden churras con merinas y asi nos va. Alguno parece que le va la vida cada vez que se quiere recuperar la memoria historica.
    AURELIO

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  3. Cuando escucho la palabra víctima algo se me remueve en el alma, porque parece que las víctimas tan solo tienen una cara, la de los asesinados por Eta. Yo no digo que no lo sean, pero hay madres y hermanos que también han perdido a sus hijos y hermanos y que nunca podrán poner cara al que los mató,¿ son menos víctimas porque los que los mataron no eran de Eta? En la guerra cayeron muchos de un bando y del otro, pero cuando los rebeldes se hicieron con el poder se les convirtió como vimos en otra entrada en mártires por la patria, a los otros durante mucho tiempo se les buscaba de noche, se les metía en un camión y ya no se sabía más de ellos, a sus familias muchas veces se les daba aceite de ricino y a muchas mujeres se les emplumaba o se les cortaba el pelo al cero.Anonimo, tu recuerdas la dictadura fascista de Eta, porque seguramente te toque de cerca y te duela, a los otros de la Memoria histórica también les duele lo suyo, hay muchas víctimas aunque no todas reconocidas.

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  4. Me llama la atencion una palabra de ese titulo, ejercito "rebelde" me parece muy suave emplear esa palabra ,a veces algunos quieren ser tan neutrales que desconciertan,en todo caso seria ejercito golpista por lo menos.

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  5. Tienes razón la palabra rebelde puede parecer "suave", pero no deja de significar faccioso o insurrecto, o como bien dices golpista . A veces tenemos en nuestra mente "rebelde sin causa", o rebeldía cómo algo en el fondo benévolo, pero cuando utilizo ese término lo hago desde el otro punto de vista, desde el que había un poder establecido de forma democrática, y que unos militares no respetaron lo que el estado había escogido, rebelándose contra ellos y sumiendo al país en una guerra. No quiero ser neutral, porque así no me siento, y lamento que esa palabra te haya llevado a pensarlo.

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  6. Durante la guerra civil al ejército fascista de Franco se le llamó el Ejército rebelde, así podemos leer..."las tropas rebeldes entraron en Madrid...."

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