Hoy seguimos con el tercer
edificio emblemático que formaba parte, hace ya más de un siglo, de la
portugaluja “plazuela del Cristo”. Tenemos que adelantar que no conocemos
ninguna fotografía de la misma pero al igual que nos pasó hace un mes con el
palacio de Mier, tenemos el intimo deseo de que en cualquier momento aparezca
entre las fotografías que en viejos fondos fotográficos de familias
portugalujas van apareciendo.
Hoy recogemos los planos del proyecto
de restauración de la misma en 1892 obra de Francisco de Berriozabal, motivado al parecer por el mal estado de conservación que presentaba la querida ermita.
El Santo Cristo (hoy en la
basílica) estaba sobre el altar y en los laterales San Roque y Santa Agueda. San
Roque se había quedado sin su ermita en el alto de su nombre a principios del
siglo XIX y los vecinos querían que volviese a disponer de una nueva, así que
el ayuntamiento decidió abrir una suscripción pública en la que se admitía el
trabajo personal o con caballerías, para preparar el terreno en el que se
hallaba el fuerte militar. Mientras tanto realizó el citado proyecto de
restauración que no se llegó a llevar a cabo.
Nuevamente unos años después, en
1909, es Emiliano Pagazaurtundua el que realiza un nuevo proyecto (bajo estas
líneas), modificando ligeramente la planta de la ermita (a la izquierda aparece
su planta real) a la que cita como capilla de San Roque. Como estamos
fuera de nuestro domicilio habitual, pasando el verano, al igual que nuestros
colaboradores habituales en este tema, Roberto o José Luis, no
recordamos los motivos exactos que se esgrimieron. Su gran deterioro, la parada
de las diligencias con sus caballerías delante de su entrada, con los
consiguientes excrementos, o el entorpecer este centro de comunicaciones, debieron
decidir que lo mejor era demolerla, así que se hizo rápidamente y el año
siguiente el día de San Roque de 1910 se
inaugura ya la nueva ermita, dedicada al santo patrono, en la campa del
lavadero. La imagen del santo desapareció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario