Don José Conde-Pelayo murió el 5 de julio de 1922 y antes de finalizar el año ya
se había puesto en marcha un movimiento para recaudar fondos con destino a
elevar un gran mausoleo en memoria del "médico de los pobres".
La organización surgió en el
Centro Democrático de Portugalete, donde se exhibía el proyecto modelado en
barro, y que consistía en tres monolitos distanciados unos de otros, con
figuras alegóricas a la Ciencia y a la Bondad, y en el monolito mayor, colocado
en último término, irguiéndose por encima de las tapias del cementerio,
destacaría la figura principal. El proyecto, en bronce y piedra, era obra de un
escultor extranjero y su coste total ascendía a 10.000 ptas. No conocemos,
aunque sería interesante, el boceto de dicho monumento.
La suscripción popular fue
recogiendo las aportaciones de numerosas personas y la encabezó José Nakens,
(director de El Motín) a quien le había unido una gran amistad con
Conde-Pelayo, y entre el primer grupo de 17 donantes estaba Ruperto Medina.
La relación de portugalujos
fue extensa: Agustin Urbina, Elias Araco, Lino Ahedo, Serapio Barturen, Félix
Gonzalez Citora, Federico Sanchez Vallejo, Fernando Vitores, Deogracias
Barañano, Alfredo Burgos, Julio G. Lumbreras, Indalecio Astobiza, Jorge P.
Cockrans, Higinio Polo, Ricardo Minguez, Nicolas Garaizabal, Nicolas Esparza,
Joaquín Supervía, Braulio Zabarte, Andres Miguel, Sotero Alday, Candido
Busteros, Primitivo Soto, Victor Urrestarazu, Vicente Ibinaga, Luis Diez,
Miguel Carranza, Adolfo Larrañaga, …
Sin olvidar personalidades de otros ámbitos como
Gregorio Balparda, Pablo Iglesias, Facundo Perezagua o diversos miembros de la
familia de Nicolás Salmerón. A nivel colectivo, fueron muchos los grupos de
librepensadores y centros republicanos y democráticos de diversos lugares de la
península, así como Casas del Pueblo o agrupaciones socialistas, destacando
también por su aportación, (100 ptas.) la Sociedad El Sitio, y la Corporación
de Antiguos alumnos de la Institución de Libre Enseñanza, de Madrid.
El 4 de julio de 1924 se organizó una velada teatral
en el Teatro Principal de la Villa, así como una tómbola, con objeto de recaudar
también fondos. Según el folleto de mano que encabeza estas líneas, las
entradas se podían conseguir, entre otros sitios, en el Centro Democrático y en
la peluquería de Don Pedro Díez, exponiéndose los regalos que se sorteaban en
la tómbola en el establecimiento de Angel Berriatúa. La obra, El príncipe
Juanón, de Muñoz Seca, tenía como interpretes principales a Libertad
Gallastegui, José Abarrategui y F. Gonzalez Cintora.
Sin embargo, a pesar de la intensa propaganda de esta
idea en toda la prensa anticlerical y de izquierdas de nuestro país, y tras celebrar
otra “Velada artística” el día 23 en Baracaldo, se empezó a pensar que la idea
primitiva no se podría llevar a cabo dado que solo se habían recogido poco más
de 2.500 ptas.
totalmente insuficientes para el mausoleo proyectado, lo que llevó a erigir el
mausoleo que conocemos, obra de Moisés de Huerta.
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