Cuando en 1991
se publicó el libro Portugalete y su
gente, entre los capitanes de empresa portugalujos, incluimos en primer
lugar a Ramón de la Sota, señalando erróneamente que “nació accidentalmente en
Castro, aunque fue bautizado en Portugalete”, y posteriormente en el libro de
Pedro Heredia dentro de la Colección el mareómetro, volvimos a reincidir en el
error al señalarlo en un pie de página.
Lo cierto es que en las
fichas que aparecen en el periódico enportugalete.com,
no lo incluiremos entre los portugalujos y elegiremos a su abuelo Félix Joaquín
de la Sota y Llano (1755-1827).
Este era hijo de Joaquín de
la Sota y Sarría, (n. 1711), Capitán de fragata de la Armada Real, Caballero de
la Orden de Santiago y responsable de la inspección de la fábrica de armas de
Hernani, que se casó en Muzkiz, con la también portugaluja Ana Mª de Llano, naciendo
él y otros tres hermanos allí.
Marchó de joven a México con
su hermano mayor, donde se dedicó al comercio colonial desde los puertos de
Cádiz y Sevilla, volviendo a la Villa en 1797 donde se casó con Viviana Alvarez
y Larrea, portugaluja de familia de importantes comerciantes especializados en
el comercio de la lana, manteniendo también él aquí su actividad vinculada a
dicho comercio colonial.
Mientras estuvo en México su
hermano menor, Nicolás Agustín, se quedó a cargo de los mayorazgos familiares y
se dedicaba aquí al comercio de la vena por Muzkiz, donde era escribano de los
Cuatro Concejos del Valle de Somorrostro. Tras un largo pleito con su hermano
recuperó estos mayorazgos, quedándose como administrador de los bienes familiares
de la familia materna (Marquesado de Llano), linaje dedicado a la diplomacia y
a la carrera militar.
Tuvo una importante
dedicación a los asuntos públicos, ocupando diversos cargos tanto a nivel local
como provincial. Sindico procurador general del Ayuntamiento en 1800 y
apoderado de la Villa en las JJGG que se celebraron en julio en Gernika, donde
fue elegido Diputado General del Señorío por la parcialidad gamboína, lo que le
valió formar parte del Gobierno del Señorío entre 1800 a 1802. Por el
desempeño de su cargo fue distinguido con la máxima distinción de Padre de la
Provincia, de carácter vitalicio, lo cual no le impidió volver en 1804 como
apoderado de la Villa
En 1805 y 1810 fue regidor
del ayuntamiento (en la actualidad concejal) y en 1812 y 1818 alcalde de
Portugalete.
Tuvo
14 hijos, y el último de ellos conocido entre sus vecinos como el catorcillo,
fue Alejandro de la Sota, casado con la castreña Alejandra de Llano y que
aunque tenía su casa en la calle del Medio, al nacer su hijo, Ramón de la Sota
y Llano, vivía en Castro, donde este pasaría sus primeros años hasta que al
quedar huérfano fue a vivir con su tío abuelo a Muzkiz, destacando en la
historia como gran empresario y político nacionalista. Los bienes que tenía en
la Villa como era la casa familiar de la calle del Medio, (en 1883 fue
reformada colocando un mirador en el segundo piso, aunque no llegó a esculpir su escudo), o las heredades de "Pozo Pando", y "La Encuentra", en Repélega, le fueron embargados tras la
guerra.
El dibujo superior que hemos colocado
junto a las fotografías, fue obra de Echarte, para ilustrar el artículo sobre
los Sota en el tomo de Pedro Heredia de la Colección El mareómetro.
Le incautaron también su parte en Remolcadores Ibaizabal, con base en el Muelle viejo. A los herederos de Ramón de la Sota y Llano le fueron devueltos tiempo después todos sus bienes incautados menos la casa de Ibañez de Bilbao 22, donde está la Comandancia de Marina.
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