En
el barrio de Los Hoyos, a cien metros de altura, se encontraba una pequeña
barriada en la que destacaba un grupo de tres caseríos donde vivía desde
finales del siglo XIX la familia Gutiérrez-Barquín, que eran conocidos por el
apodo de “los pasiegos” ya que se dedicaban a la cría de vacas pasiegas y a la
venta de su leche.
La
casa central era la más notable del conjunto, apreciándose en la parte superior
de la fachada principal de color ocre, dos columnas pintadas en tono más claro,
que simulaban sujetar una viga horizontal y sobre ella, un friso decorado con
círculos y un renglón con lo que parece una leyenda en caracteres extraños.
Hasta donde sabemos, la casa había pertenecido a Mª Concepción Orbegozo, pero
desconocemos los propietarios anteriores. En 1861 la vendió al matrimonio
formado por Anacleto Sugasti Guernica y Petra Ariño Gorostiza. En 1884, pasó
por herencia a sus dos hijos, José y Concepción, quienes alquilaron la casa a
“los pasiegos”. Tras la guerra civil, pasó en propiedad a los
Gutiérrez-Barquín, que hasta entonces estaban de alquiler.
Si
curiosa era la fachada, no menos lo era el escudo tallado en el dintel de la
puerta de entrada, lo que evidencia que el escudo tiene la misma antigüedad que
la casa. Este escudo ya nos fue relatado en 1985 por Loyola y Xabier Martínez
Bilbao en el Boletín nº 7 de ETNIKER-BIZKAIA. El escudo, antes a cubierto bajo
el balcón, ha perdido algunos detalles al haber estado almacenado al aire
libre, aunque tapado, tras el derribo de la casa hace diez años. Presenta una
mitra que actualmente es característica de los obispos y abades mitrados,
decorada con una cruz, no apreciándose las dos cintas colgantes llamadas
ínfulas. La acompañan dos llaves cruzadas, que simbolizan a San Pedro y a los
lados dos letras grabadas, una “S” y una “J” o “I” coronada
esta por una punta de flecha. Todo el conjunto denota un claro origen católico
y no sería raro que la casa hubiese pertenecido a un jesuita, dado que la
Compañía de Jesús se dice en latín, Societatis Iesu (De la
Compañía de Jesús) y siempre acompañan al nombre de cada uno de sus miembros.
Loyola
y Xabier, también informaron que el dintel de la ventana derecha de la planta
baja, tenía grabados los signos IHS, Iesus Hominum
Salvator (Jesús Salvador de los hombres). Este monograma fue adoptado como
sello por Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.
Tras
la colaboración de José Antonio Gutiérrez–Barquín, propietario en la actualidad de
dicho escudo, completaremos mañana la información de que disponemos de este escudo.
JOSÉ
LUIS GARAIZABAL
Kaixo: me llamo Koldo Etxarri. En el caserío de los Hoyos situado donde ahora está el depósito de agua y el "garbigune" vivieron después de la guerra mi madre, Jesusa y mis abuelos maternos Urbano Sánchez y Cecilia Hernando. Eran vecinos de Barquín. También vivieron allí mis tíos: Justi y Rita.
ResponderEliminarKaixo: me llamo Koldo Etxarri. En el caserío de los Hoyos situado donde ahora está el depósito de agua y el "garbigune" vivieron después de la guerra mi madre, Jesusa y mis abuelos maternos Urbano Sánchez y Cecilia Hernando. Eran vecinos de Barquín. También vivieron allí mis tíos: Justi y Rita.
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