Tasio comienza este apartado en la madrugada del 1 de mayo
de 1977 cuando dos jóvenes arrojaron
un cóctel Molotov contra la Caja de Ahorros Municipal en General Castaños nº6
rompiendo las lunas, pero sin provocar ningún incendio. Llevaban la cara tapada
y uno portaba una pistola en la mano.
Un mes después, la noche del día 7 de junio un grupo
de individuos rompió las lunas del establecimiento COMERCIAL SOLLA en Carlos
VII 24, que ya había recibido otras amenazas anteriores. El 28 de setiembre
alguien, sin ser identificado y sin siglas, arrojó tres cócteles “Molotov” al
pasar el tren por la estación de Peñota. Tras pegar en el convoy, los
artefactos explotaron al borde de la vía sin producir daños materiales ni
personales.
El
30 de enero de 1978 las oficinas de
Iberduero en la calle Martín F Villarán sufrieron un atentado. Sustituidas las
lunas por tablas de madera, en ellas se hicieron pintadas contra la central
nuclear de Lemoiz. En ocho días sufrió tres atentados.
Ese
año el 16 de julio tres individuos lanzaron dos cócteles “Molotov” dentro del
Banco Vizcaya en General Castaños 2, después de romper las lunas. No hubo
incendio.
El 6 de febrero de 1979 sufrieron de madrugada sendos atentados con cocteles Molotov
los concesionarios de coches de marcas francesas en la calle Correos 9 y 29
respectivamente. Rompieron la luna de Renault y tiraron dentro el artefacto,
que no explotó. Sí lo hizo en Citroen produciendo pequeños daños apagados por
los bomberos. El motivo de estos atentados debió ser la campaña de ETA contra
los productos franceses debido a que el Gobierno de París había entregado a
varios refugiados al español y prohibía el paso de la frontera por parte de
familiares para visitar a los exiliados que quedaban sin permiso de residencia.
Por el mismo motivo el domingo un grupo de jóvenes
abuchearon la interpretación de la obra “Francia” interpretada por la Banda
Municipal y en la que se incluían algunas notas de “La Marsellesa”. La obra fue
elegida en honor del director que cesaba en su cargo. Comentó después que, si
hubiese sabido que molestaba, habría elegido otra pieza.
Estos hechos hicieron que hubiera épocas en que la
población vivió bajo la amenaza de explosivos que algunos desaprensivos utilizaban
simplemente para asustar. El aviso se repetía por teléfono un día cada semana.
En concreto el 26 de junio de 1979, después de recibir telefónicamente el
aviso, RENFE paralizó durante 20 horas el servicio. Al final encontraron en la
estación de Peñota un paquete que envolvía un trozo de pan con chorizo. Fueron
víctimas de estas amenazas, además de RENFE en varias ocasiones, varias
empresas, comercios e institutos de Segunda Enseñanza.
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