Esta
crónica que Tasio nos está
recordando de los últimos años de la dictadura con los atentados que
frecuentemente se producían, continúa hoy con los dirigidos a la policía
municipal.
El
primero tuvo lugar sobre las 5,15 de la madrugada del día 9 de junio de 1977 siendo tiroteados dos agentes de
la Policía Municipal que hacían guardia frente al Ayuntamiento por unos
individuos pertrechados detrás del kiosco. Los tres disparos no dieron en el blanco.
El día anterior le habían apuntado con una pistola en la sien a otro agente, Braulio
Vecilla Gaspar, para que les diese su pistola y cargador al entrar en su casa
en la calle San Pedro 6.
El 15 de abril de 1978
el municipal Jesús Lolo Jato estaba de servicio nocturno con otro compañero en
el parque del Dr. Areilza cuando vio a un chico corriendo con una bolsa de
deportes. Le pareció sospechoso y le dio el alto. El chico se volvió y le pegó
un tiro. El disparo le ocasionó heridas en el riñón izquierdo y le atravesó la
médula espinal. Las heridas le dejaron en una silla de ruedas sometido a
fuertes dolores. Después de 27 operaciones, murió en mayo de 2003. La familia
era vecina de Santurtzi. Su hija Maribel se convirtió en activista de la lucha
pacífica contra el terrorismo. Dice: “Primero
somos personas y luego víctimas. Destrozaron a mi familia pero el odio en mi
casa nunca ha existido”.
El 1 de febrero de 1979 un joven lanzó un cóctel contra la puerta del cuartelillo de
la Policía Municipal, que fue esquivado por el agente Higinio Carballo Hidalgo.
Se apagó en cinco minutos sin producir daños. Pero lo curioso fue que el
terrorista escapó en dirección a la estación de la Canilla perseguido por
varios agentes municipales y los viajeros le ayudaron a escapar impidiendo el
paso de los perseguidores.
El 13 de agosto el agente municipal Manuel Ferreiras
Simois cumplía el servicio de circulación en la plaza del Cristo porque el
semáforo estaba averiado. Desde un coche le dispararon hiriéndole en el pecho.
Ya en el suelo uno de los terroristas salió y le dio el tiro de gracia. Ni en
la clínica de San Juan de Dios ni en Cruces pudieron hacer nada por él.
El Ayuntamiento decidió con los doce votos del PNV,
PSOE y PCE declarar dos días de luto el 13 y el 14 de agosto suspendiendo los
actos festivos programados y tres votos de HB en contra. También se declaró
contraria la comisión de fiestas porque se había gastado mucho dinero que era
irrecuperable. Los días siguientes, 15 y 16, se celebraron los actos festivos con
normalidad.
¿Le dio el alto, el chico se volvió y le pegó un tiro?
ResponderEliminarCreo que para hablar de algo tan grave, al menos se podía haber contrastado la información de El Correo (15-4-2018), con la de El País (18-4-1978):
https://elpais.com/diario/1978/04/18/espana/261698409_850215.html
Siempre que el objetivo sea ser riguroso con los hechos, claro.
El País, 18-4-1978:
ResponderEliminar"Un revuelo inusitado en los patos del parque Doctor Areilza fue el origen del suceso, según ha manifestado el otro policía municipal, que resultó ileso. Pensaron que se llevaba uno de los patos y por eso le dieron el alto. Cuando trataban de abrir la bolsa, el joven pegó un puñetazo a Jesús Lolo y se dio a la fuga.El policía efectuó varios disparos sin alcanzar al fugitivo, al tiempo que su compañero tocaba el silbato para llamar la atención de los guardias civiles que prestan servicio en el muelle de Portugalete. Ante el temor de quedar acorralado, el joven volvió sobre sus pasos y disparó contra los policías. El desconocido huyó a pie por el montículo del parque."
¡RIGOR!
No veo la palabra asesinato por ningún lado.
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