Continuamos recordando los comercios de esta calle en las
décadas posteriores a la guerra civil que ha realizado José Luis Garaizabal,
con los números 4 y 6.
El
primero de ellos que ya en 1888 se reformó y figuraba a nombre de León de
Azpeitia, fue proyectado en 1914 por Manuel Mª Smith para Juan C. de Olaso elevando un piso y buhardillas.
Recurriendo
a los programas de fiestas, vemos que en 1927, Dionisio Domínguez, tenía su establecimiento como Instalador eléctrico, y en la década
siguiente, en 1934, el soriano Cándido
Caballero, que en 1895 vivía en el primer piso
del nº1 de General Castaños, tenía su tienda de Ultramarinos así como Cándida Otaola que en 1938 se
anunciaba como tienda de comestibles.
Al
margen de recordar que en este edificio hubo también una panadería o una
sucursal de la Caja de Ahorros Municipal, en el programa de fiestas de
1954 se anunciaba Electrodomésticos Reguera
Pasando al nº 6, que proyectara Pagazaurtundua en 1914 para los Sres. Apellaniz y Díaz Santamaría, empezaremos diciendo que contaba con una panadería en sus sótanos.
Años más tarde, alojó la panadería y almacén de harina de Toribio San José, y en 1938 un despacho de pan de Andrés Miguel. Tras tener su tienda de ultramarinos Cástor López, en 1958 se transformó en Bar El Faro de Jesús y Conchi García.
En los bajos, con entrada por las escaleras, sigue en funcionamiento el bar La Perdiz del que recordamos su futbolín de jugadores metálicos y campo de pizarra. Hoy sus mesas y sillas han invadido la Plaza de la Ranchería.
En los pisos de esta casa pasaba consulta el doctor José Zaldua y Purificación Aldecosia ejercía de costurera (1938).
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