Son muchos los que recuerdan la vida de la calle Santa María repleta de bares y restaurantes y centro de la movida jarrillera, otros más antiguos su actividad comercial en el siglo XX y hoy es Karla Llanos, el que se remonta a los últimos años del siglo XIX para, como fruto de sus investigaciones en las hemerotecas, recordarnos al popular ALMACEN DE FERRER, de ultramarinos y géneros coloniales, en el nº 12 de dicha calle.
Empezamos el 4 de noviembre de 1894 en que insertó en el NOTICIARIO BILBAINO un curioso anuncio con un gran titular:
!!EL GRAN REMEDIO!!
Para llegar a cien años sin padecer la mas significante enfermedad y
ahorrar más de MIL REALES AL AÑO, aconsejan los grandes astrólogos de los Estados
Unidos que todo el mundo, desde el más grande al más chico, debe de hacer
compras de toda clase de comestibles en el acreditado ALMACEN DE FERRER, DE
PORTUGALETE. El dueño de dicho ALMACEN, en vista del honor que dichos sabios le
dispensan, ha dado las órdenes oportunas para que desde el 1º de noviembre
próximo se haga una rebaja de un 10% sobre los precios de los demás almacenes
del ramo y de esta manera podrá, con el orgullo de la persona que hace un bien
a la humanidad, rechazar toda competencia.
!!PROBAD Y OS CONVENCEREIS!!
También fue noticia el mes siguiente por navidad al haber adquirido para repartir entre sus clientes diez décimos de lotería de otras tantas capitales de provincia como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga,… y uno en Alcoy por mediación de un fabricante de papel de fumar que le surtía de este artículo.
Distribuidos entre 167 parroquianos, la mayoría obreros, fueron agraciados con 8.000 ptas. por lo que Ferrer se alegraba por ellos y anunciaba la distribución de otros 60 décimos de la misma forma para el sorteo de Noche Vieja.
En la tercera aparición en prensa el 5 de marzo de 1895, lo hace con un curioso anuncio de un Nuevo producto industrial español de gran economía, las aromáticas e higiénicas BOLAS MARAVILLOSAS.
Servían para lavar todo tipo de ropas, que las dejaba como prendas nuevas, siendo aromáticas, higiénicas y desinfectantes y en vez de perjudicar las manos curan las escoceduras y evitan el desarrollo de los sabañones.
Denunciaba las falsificaciones con el nombre de Bolas Prodigiosas y Pastillas Prodigiosas, que además de estropear las manos trataban de desacreditar a las legitimas.
Acababa el anuncio animando a !!Probad y sabréis decir que es cierto¡¡
No cabe duda que Francisco Ferrer Mata, fue todo un adelantado a la publicidad comercial.
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