Durante muchos años, en el Hospital-Asilo, existía la costumbre de recoger donativos de 20.000 a 25.000 ptas. con los que se financiaba el mantenimiento de una de las camas de la Institución, colocando sobre la misma una placa con el nombre del donante.
Esta costumbre que la encontramos desde mitad del siglo XIX desapareció definitivamente hacia 1957. Algunas de dichas placas se conservan retiradas, como es el caso de la superior de 1943 dedicada por Eduardo Ubao a la memoria de su hermana, de la que hablamos en este blog, y que demuestra que a pesar del tiempo trascurrido sus hermanos mantenían un cariñoso recuerdo.
Este tipo de reconocimiento a los benefactores se complementaba con su inscripción en una placa de mármol que existía a la entrada del centro como todavía conserva el Hospital Civil de Basurto y fue sustituido por un bello libro en piel donde se siguen incluyendo anualmente a los benefactores.
Refriéndonos concretamente a los hermanos Ubao los encontramos repetidamente los años 1942, 43, 44, 53, 56, 59 y 1961. En el primero de los casos, en 1942, Enrique lo hace en memoria de su padre José de Ubao y Goiri y Eduardo en nombre de su madre Adelaida Icaza y Landabaso. En las tres últimas ocasiones el donante fue Enrique, el escultor y pintor, autor del panteón familiar en el cementerio de Pando.
En cuanto a las dos inferiores están dedicada a Prisca Arana de Vallejo, que levantó el palacete de El Saltillo, y Pedro Juan de Galíndez y de la Quintana, que fue alcalde de la Villa en 1926 y 27.
Publicado el 16 de diciembre 2010
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