Para
finalizar con el tema de la fuente de La Canilla, recogemos otras dos imágenes
que José Luis Garaizabal aporta en el
resumen de su trabajo que está a punto de ver la luz.
La
fuente que ya había estado en peligro al construirse el ferrocarril de Bilbao a
la Villa, pues utilizó una cantera que estaba junto a ella y de la que todavía
se aprecia su existencia, desaparecería definitivamente en los años 20 del
siglo pasado.
Como
hemos visto en 1921 se empiezan las obras del túnel para llevar el ferrocarril
al puerto. El enorme desmonte que se tiene que realizar para construir la
estación a la entrada del mismo, con fuertes muros de contención, hace que el
paisaje de esta zona se transforme y desaparezca el antiguo camino que llevaba
a la fuente y igualmente la misma. El paisaje actual tiene poco que ver con el
primitivo.
Quizás
al desaparecer la fuente, el manantial que lo surtía buscó otra salida y esta
fue en el andén del nuevo apeadero, al que se le dio el nombre del lugar:
Apeadero de La Canilla.
Las
personas mayores que de niños iban a beber a la fuente de La Canilla lo hacían
ya al pequeño manantial que surgió en el andén hacia Santurtzi y que al construirse
éste, le dotaron de un pequeño caño, ya desaparecido. Bajo estas líneas
recogemos dos fotos. En la primera, sacada en los años 70 por José Benito López
Okariz, un gran defensor de esta fuente, ya no tenía el caño y si un pequeño
escalón que obligaba a arrodillarse si querías beber, mientras la segunda es actual, con el hueco
hormigonado y una arqueta encima, lo cual no evita que el agua del manantial
rebose por el andén.
Muy buenos los artículos, uno que es nacido en el año 55 y que aprendió de tierna edad a nadar en el dique, como la mayoría de portugalujos, recuerda perfectamente el caño del manantial y los detalles del artículo.
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