Aprovechando
que en el próximo número de Cuadernos Portugalujos, José Luis Garaizabal nos
habla de la fuente de La Canilla, recogemos esta fotografía ya muy conocida, de
1864 de Jean Laurent, donde se ha marcado el sendero que desde el Muelle Viejo
se seguía por el acantilado para llegar a Sestao y que al comienzo de él pasaba
por encima de la citada fuente.
Vemos
también como en la parte superior ya se había abierto la carretera que unía la
Villa con Zorroza, que pasaba por la parte baja de Sestao, que tradicionalmente
había estado unido con la Villa por el camino que desde la zona alta de la
iglesia pasaba por Abatxolo descendiendo por la cuesta de San Roque al Cristo.
Con
el comienzo de la explotación minera y con la llegada la compañía del
ferrocarril desde Galdames hasta la Dársena, el paisaje cambiaría pues se
procedería a rellenar una franja importante del arenal.
El
plano inferior, del año 1873, que utilizaron las fuerzas carlistas en su asedio
a la Villa, nos muestra como tras perforar el túnel bajo Azeta, sus tierras se
dedicaron a rellenar la dársena, creando, en una primera etapa, un muelle sobre
el que elevar la vía del ferrocarril y situar los cargaderos del mineral.
Todavía
se conserva junto al muelle los restos de piedra del comienzo de la hilera de
cargaderos.
En
una segunda etapa se dragaría una franja de la dársena para que los buques
pudieran acceder a los cargaderos y la arena que sacaban la utilizarían también
para rellenar la zona interior y dar continuidad al citado muelle en la línea
que hoy existe.
Por
la zona de relleno entre el nuevo muelle y el acantilado original se trazaría
luego el ferrocarril de Bilbao a Portugalete.
Tras
decaer la explotación minera y ya en el siglo pasado, desaparecieron todos los
cargaderos y se recuperaron sus muelles como paseo público que es lo que
actualmente existe.
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