Teníamos pendiente de recoger la maqueta de Mikel Torka, con el muelle viejo a
finales del siglo XIX, cuando ya se había producido el relleno para ganar
terreno que permitía que el ferrocarril llegara hasta el centro de la Villa.
Como siempre es de gran minuciosidad y todavía
se puede contemplar en el bar Larrun.
Para ayudar a los que lo necesiten, bajo
estas líneas y sobre otro detalle de la misma colocamos dos fotografías. Una
con un grupo de niños realizando el palangre frente a la casa de Ibarreta y la otra del pabellón que para
suministro de carbón a las locomotoras se había colocado en el centro del
muelle viejo, en el momento en que por su derecha pasaba el ferrocarril.
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