José Luis Garaizabal que ya abordó ampliamente en este blog el tema
de la Heráldica Portugaluja, ha estudiado a fondo el escudo que corona la
fuente del Parque del Dr. Areilza, correspondiente al Consulado y Casa de Contratación
de Bilbao, y que por curiosidades de la historia fue tomado para establecer el
nuevo escudo de la Villa en 1949.
El resultado ha
sido el desmontar la teoría que se ha venido repitiendo, salvo excepciones, de
que el escudo y la fuente correspondían a la antigua existente en la calle
Coscojales desde el siglo XVI.
Las excepciones
fueron Javier de Ybarra en su obra “Escudos de Vizcaya” de 1967 y Auñamendi
Eusko Entziklopedia. El primero, erudito en el tema, lo dejaba claro al situar
el escudo en la parte baja de la calle Coscojales y al fijar la fecha de
traslado al parque en una de las dos épocas en las que Santos Zunzunegui ocupó
la alcaldía (1916-1917 o 1923-1925). La segunda solo nos dijo, que hasta 1910
se hallaba en la calle Coscojales en un edificio del Consulado, creando un
vacío histórico de 13 años, en el caso de que realmente fuese desmontado en
1910.
El descubrimiento
por parte de José Luis, en el Archivo Histórico Municipal, de un plano de 1883
de Francisco de Berriozabal confirmaba la teoría de Ybarra ya que mostraba la
fuente en la parte superior de la citada calle y sin el escudo, como se puede
ver en la ilustración que encabeza esta entrada. Por otro lado confirmaba la
convicción de nuestro amigo de que “el matrimonio entre fuente y escudo” no se
llegó a consumar hasta 1923 cuando se “fueron a vivir” al parque inaugurado en
1917.
Para confirmar
su teoría de que la fuente fue modificada en su longitud, añadiéndole el
escudo, nuevas molduras, tacitas, etc. recurrió a Javier
Arostegi, profesor de la Universidad del Pais Vasco, del Departamento de
Mineralogía y Petrología, quien estudió todos los elementos, fachada, cornisa, escudo
y los pies soportes, dictaminando las diferencias en su procedencia.
En cuanto a su
estado actual, dictaminó: “La fuente del Parque del Dr. Areilza de Portugalete, presenta
preocupantes signos de alteración en la mayor parte de los elementos,
consistentes en una arenización generalizada así como una ligera erosión de los
elementos más resaltantes”.
Acabó su informe recomendando: “Su
conservación requeriría la limpieza cuidadosa de la misma así como su
revestimiento con algún tipo de consolidante de buena penetración, para evitar
la formación de costras a corto‐medio plazo”.
Dada la
extensión e importancia del estudio, se ha incluido en la Biblioteca Digital
Portugaluja, con el título:
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