Ahora que el Ayuntamiento va a acometer el lavado de cara del monumento en su conjunto incluido los dos operarios de bronce y revisando las fisuras que presenta todo él, algo propio de sus mas de un siglo de edad, Karla Llanos nos envía la reseña del periódico HERALDO DE MADRID de aquella fecha, ilustrado por un dibujo a plumilla del autor Miquel Blay.
Según se dice, en su inauguración Placido Allende puso de relieve el acierto del autor, estando el busto de D. Víctor, en tamaño colosal perfectamente caracterizado con la expresión de energía que le era propia, rodeado de la rama de laurel símbolo de la fuerza. El enorme bloque de mármol blanco de Carrara fiel imagen de una roca caliza de las que se encuentran en nuestras minas, y al frente el soberbio grupo de mucho carácter, vascongados de pura raza.
En una entrada antigua recogimos el retrato que Joaquin Sorolla realizó de este escultor catalán Miquel Blay i Fabregas, y la pareja del barrenador y fundidor a pequeña escala en bronce existente en el museo de su ciudad natal Olot (Girona) que volvemos a ofrecer bajo estas líneas.
Recordaremos también que sobre los personajes que sirvieron de modelo para estas esculturas se hizo un exhaustivo estudio en este blog. (PINCHAR).
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