Siguiendo con el trabajo de Aitor Gonzalez Gato recogemos dos de ellas dedicadas a la Virgen de Begoña y que se encuentran en la finca Lexarza de la que José Luis Garaizabal nos ofreció su estudio recientemente.
La primera de ellas, que no es propiamente una
hornacina, está situada junto a la que fue originalmente la entrada principal
del palacio.
Dado que este sufrió daños con motivo de la guerra
civil de 1936-1939, tras la cual parte de sus fachadas fueron modificadas, es
posible que entonces -¿años 40 del
siglo XX?- fuera cuando se instaló en la que en su día fue fachada
principal del palacio esta hornacina, pues como se sabe, la Virgen de Begoña
tiene gran devoción en Bilbao y en toda Bizkaia, por lo que es lógico verla en
casi todas las localidades. Además, la instalación de la hornacina se
inscribiría en la nueva situación político-religiosa del momento, con un
régimen dictatorial que imponía una fuerte ideología católica.
Descripción de la Virgen:
La imagen de la Virgen queda enmarcada por un
esgrafiado de 75 cms de ancho por un metro de alto, conformado a base de
motivos florales, formas curvilíneas y aspas circulares de cuatro radios (una
en cada esquina). La imagen propiamente dicha, formada por 12 pequeños azulejos
pintados (cuatro en vertical y tres en horizontal), mide 40 cms de anchura por
unos 50 cms de altura. Se cubre, como es típico en las representaciones de esta
Virgen, con un gran manto que le tapa todo el cuerpo excepto la cara. El manto
está pintado con motivos florales y una banda central, vertical, con 9
circulitos. La cabeza se remata con una corona dorada y roja.
A los pies de la Virgen hay una media luna sustentada por dos angelitos, mientras otros seis angelitos (tres a cada lado), casi desnudos y apenas cubiertos por una tela, revolotean alrededor. Todo ello sobre un fondo azul celeste. Enmarca a la Virgen y a los ángeles un mosaico de medio punto, decorado con motivos vegetales muy gastados.
En cuanto a la segunda hornacina está sobre el
edificio sede actualmente de la UNED BIZKAIA.
Fue idea de la Compañía de Jesús crear una “Casa de Ejercicios Espirituales” dentro de la citada finca y la construcción del edificio se dilató desde 1947, en que comenzaron las obras, hasta su inauguración el 5 de enero de 1951. El proyecto original se debe al arquitecto Ricardo Bastida, reformado después un tanto por Pedro Basterra. Y es a este último, quien introdujo varias modificaciones en el proyecto primigenio, a quien debemos la idea de colocar sobre la entrada principal la hornacina de la Virgen, pues cuando el 19 de mayo de 1944 Bastida envía a Basterra un plano de la fachada principal proyectada por aquel, en dicha fachada, más sobria que la actual, no aparece la hornacina. La “paternidad” de Pedro Basterra tiene mayor lógica, si tenemos en cuenta que aparte de arquitecto fue jesuita. La talla de la Virgen fue obra de José Larrea Echániz, quien la acabó en 1950 y que ya había hecho otra Virgen de Begoña para una localidad de Tenerife.
Descripción
de la imagen y su hornacina.
En la página 13 del estudio Parroquia de San Ignacio. XXV Aniversario. 1979-2004, escribe su autor, Tomás Fernández Hernando: “En la fachada de la Casa de Ejercicios, desde 1950, hay una imagen de Andra Mari de Begoña, esculpida en piedra de Hontoria (Segovia), de una altura de 1´20 metros”.
Se sitúa sobre la entrada principal de la antigua Casa de Ejercicios Espirituales, que hoy alberga la sede vizcaína de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Se trata de una figura de piedra, pareciendo una mala copia de la figura de Santa María de nuestra iglesia parroquial. Se viste con un ropaje de tres cuerpos: un vestido para el cuerpo, una capa o túnica que cae hasta los pies, y un velo que cubre la cabeza. Quedan al descubierto la cara y el cuello. Sobre su regazo descansa el Niño Jesús, que con una mano sostiene un libro abierto (probablemente la Biblia) y con la otra está en posición de bendecir. A ambos lados de la Virgen asoman los laterales de una silla en la que está sentada. Apoya además sus pies en una base o plinto poligonal moldurado.
En cuanto a la hornacina, es la más artística de cuantas quedan en Portugalete. Describámosla de abajo a arriba. La base arranca del mismo dintel de entrada a la UNED. Dicha base comienza con una mensulilla circular, de la que parte otra ménsula más grande a modo de concha. Sobre ella una repisa de gran saliente. Desde ambos lados de la Virgen se yerguen dos pilastras molduradas, que se rematan en sendos capiteles escalonados. Estos capiteles quedan unidos y sobremontados por un arco de medio punto moldurado, que es el que cubre a la Virgen. Todavía este arco se remata por una moldura escalonada y decorada con motivos vegetales, cuyos lados convergen en el centro en una concha.
Toda la hornacina queda encuadrada por un marco, que es escalonado en su remate y por encima hay un bonito marco con orejetas, que quizá estuvo destinado a albergar una inscripción.
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