Revisando las
noticias de prensa relacionadas con la Villa encontradas en las hemerotecas por
Karla Llanos, traemos hoy la
referida a la visita que hizo en 1954 Fede Cobos cuando estaba viviendo en
Madrid.
Debemos recordar que nuestro compositor tuvo
su primer gran estreno con la obra lírica Cocina
Vasca (1949), que estuvo en el Teatro Arriaga durante 19 días, a la que
pertenecerá la imagen que encabeza esta entrada, y a la que siguieron otras
como Goizeko-Izarra (1952) que
representó en Bilbao la Compañía Lírica de Madrid con Esteban Astarloa.
En 1950, cuando tenía 36 años, dejándose
guiar de su vena de artista, dejó su vida cotidiana con su trabajo de
administrativo y se marchó a Madrid a introducirse y vivir en el mundillo
bohemio de los artistas. Allí dedicado de lleno a su verdadera vocación,
trabajó duro desarrollando una gran capacidad creadora y consiguiendo que varias
casas españolas y francesas le editaran medio centenar de piezas, lanzando al
mercado treinta discos.
Así que en una de sus visitas tras dos años sin venir,
el 15 agosto 1954, Angel Viribay le entrevistó en EL CORREO.
Venía a montar su espectáculo, del que era compositor
y libretista, Visto y Oído, de Zaragoza,
titulado Soñando por el mundo, junto
con Gitano Vasco que se aplaudía
entonces por tierras de África, estando también de moda por su composición Camino del Roquedal que acababa de ser
grabado en disco.
En esta entrevista explicaba que estaba haciendo una
película, El collar de caracoles,
musical de ambiente canario con el bilbaíno Emilio Goya de intérprete, con coros
de 60 voces mixtas y orquesta de 100 profesores. Salía para Canarias en busca
de ambientación y exteriores, donde estaba ambientada y donde pensaba
estrenarla simultáneamente con Madrid y Bilbao
Nos recordaba que estaba haciendo mucha música ligera,
más de lo que él deseaba, ya que era lo que el público pedía entonces y como
ejemplo ponía el chotis Aquel Buenos
Aires con mucho éxito en América.
El articulo lleva una caricatura suya del recordado
K.Toño que no conocíamos.
Fede añorando su pueblo natal volvió en 1960 ocupando
el puesto de organista en la parroquia.
En el registro de la Sociedad de Autores
pasan de 500 las obras suyas, entre las que hay toda clase de música, lo mismo
zarzuela que chotis, música vasca, habaneras, etc. muchas inspiradas en su
querido pueblo como El capotito,
Botecito, Chimberita,…
A su muerte en 1974 se organizó un gran
festival homenaje, en el que participaron las principales masas corales
portugalujas y de los pueblos vecinos.
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