Presumiblemente de este trabajo en las canteras o en las minas procedía el lanzamiento de la barra o palanca, posiblemente el juego más extendido en siglos pasados en el país vasco. En Portugalete, en el desaparecido campo de San Roque tuvimos ocasión de ver estas pruebas en los años 50 del siglo pasado con figuras como Celaya, Erauzquin o Iguarán. Precisamente estos personajes aparecen la foto de un campeonato de España de barra de 1935, siendo Iguarán (el futuro campeón) el niño que mantiene una jabalina. También recogemos una portada de la revista NOVEDADES de 1914, con un lanzamiento de barra. Y es precisamente en ese año cuando hemos encontrado que este deporte autóctono se practicaba en la antigua campa de San Roque.
La noticia aparece en un expediente de ese año existente en el Archivo Histórico Municipal en el que E. Recacoechea y Juan de Torrontegui de la Comisión de Fiestas del Centro Vasco de Portugalete exponen el programa de festejos que dicha entidad va a realizar el día 2 de agosto y que requiere permiso por ocupar los lugares propios del Ayuntamiento en que han de tener lugar:
“Por la mañana, una misa rezada en la capilla de San Roque y a continuación bailes de ezpatadantza y un aurresku de honor en la campa del mismo nombre y luego ejercicios de lanzamiento de barra por palankaris en la parte superior de dicha campa. Por la tarde, un meeting y a continuación una romería vasca amenizada por la banda de Galdácano en el mismo lugar.”
“Por la mañana, una misa rezada en la capilla de San Roque y a continuación bailes de ezpatadantza y un aurresku de honor en la campa del mismo nombre y luego ejercicios de lanzamiento de barra por palankaris en la parte superior de dicha campa. Por la tarde, un meeting y a continuación una romería vasca amenizada por la banda de Galdácano en el mismo lugar.”
Jose Luis Celaya fué durante muchos años entrenador de atletismo en el Colegio Santa María. Él llevaba a los jóvencitos que practicaban los lanzamientos y los saltos y Dimas Ramos dirigía a los corredores.
ResponderEliminarTambién entrenó a A.H.V.
EliminarDoy fe de lo que dice Martín. Yo lo padecí en mis carnes. Yo estuve en Santa María con José Luis Celaya y con Dimas. Luego vino el difunto Ocio que saltaba altura
ResponderEliminarSimplemente añadir a lo que comenta Garaizabal, que la persona que golpeó a la niña con la barra vasca, era un vecino de Portugalete que residía en la calle San Roque nº1, y cuyo nombre, por el momento desconozco, aunque sigo investigando.
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