Como en cualquier archivo fotográfico
portugalujo que se precie no podían faltar fotos en el muelle de Hierro.
La foto superior sacada frente al edificio
flotante del Sporting, nos muestra a éste con un aspecto frío, triste, sin sus
toldos en cubierta, pues además de estar en invierno habíamos entrado en una
década crítica, la de los años 30, que representó el final de su época dorada.
En 1930 mientras para Eduardo Ubao (el
portugalujo del Sporting) se solicitaba la Gran Cruz del Mérito Naval por su
colaboración al éxito del deporte náutico en todos sus variados aspectos, el
rey Alfonso XIII tras regatear en el Abra pisaba por última vez la famosa balsa
flotante.
La proclamación de la república en 14 de
abril de 1931 supuso un verdadero mazazo para este Real Sporting Club, una
sociedad monárquica y española por antonomasia, que pierde el título de Real y tras
plantear su disolución o hundir la balsa en la Galea, en 1933 deciden trasladar
el edificio flotante a Arriluce, a pesar de los serios problemas que conllevaba
pues estaba fondeado con cuatro boyas y que le pasaban un cable submarino para teléfono
y luz.
En cuanto al muelle de hierro con su
barandilla original, vemos que su último tramo entre los puentes y la zona de
adoquines era de hormigón estampado con rayas en forma de baldosas, en las
inferiores se aprecia su suelo con los antiguos raíles metálicos y los tablones
de madera sujetos a la estructura inferior mediante grandes tornillos.
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