Esta segunda fuga se produjo años
más tarde, seguramente en 1956. Como en el suceso anterior, hay distintas
versiones sobre la fuga. Unos dicen que se escapó del trayecto tradicional
desde la calle Correos, por San Roque, Zubeldia y llegada a la tejavana. Otros
sin embargo hablan de “una mano inocente” que soltó los cierres de la cartola
del camión de Ranero aparcado en Correos y una de las vaquillas decidió hacer
un encierro a su aire.
Bajó atropellando gente por la
calle del Medio (otros dicen que antes se dio una vuelta por el Campo de la
Iglesia), causando el pánico entre los transeúntes. Al llegar a la plaza, mochó
a una pobre aldeana del mercado y continuó hasta el dique.
Llegada a la “rampla”, acalorada
como estaba, pensó que no había mejor celebración de San Roque que darse un
bañito en el dique. Sin pensárselo, se lanzó al agua cual nadadora olímpica y
emprendió la travesía de la Benedicta.
Nadó como una ondina, recorriendo
los 700 metros que la separaban de La Iberia. Allí había un puertecito en el
rincón, al final de los cargaderos, que años después fue asolado por el
desguace de barcos y hoy ha desaparecido bajo el polideportivo sestaotarra. La
chiquillería y los adultos curiosos siguieron su travesía desde el camino que
había junto a los antiguos cargaderos de mineral de los que solo quedaba
operativo el más cercano al dique.
Al llegar a la meta, todos los
chavales se acercaron a animar a la vaquilla y uno de ellos, Txomin Hermosilla,
recuerda el suceso y como resbaló en el verdín del muelle y se puso el pantalón
blanco hecho un cisco. Sus hermanas se los tuvieron que lavar y planchar
después, para seguir la fiesta. Con el resbalón, no recuerda el método con el
que sacaron a la vaquilla y tampoco si el camión de Ranero bajó hasta al dique
o hasta la Benedicta para volver a encarcelar a la vaquilla fugitiva.
En algunos Programas de Fiestas
de aquellos años, no se anunciaban los encierros y se decía en la Villa, que
era porque el gobernador no las autorizaba después de las fugas. En los
programas se ponía la coletilla: “se repartirán programas especiales”, pero se
anunciaban de forma sibilina, poniendo alguno de los dibujos con los que he
confeccionado la foto de cabecera. Como en aquella época no había tanta foto
como ahora y Guillermo el de Guyma no seguiría la fuga, no queda testimonio
gráfico del mismo, así que ilustro el final de la entrada con una imagen de
otra vaquilla nadadora, prima de la portugaluja, esta de Denia (Alicante) y el
rescate figurado aparecido en el Programa de Fiestas de 1991.
Han colaborado con sus recuerdos:
Josetxu Maruri, Félix Gil, Juana Mari Ponce, Ramón Basañez, Txomin Hermosilla,
Alfre Cobos, Javi García-Borreguero, Pedro Carbajo, Miguel Ángel Gutiérrez y
Josemi Palacios
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO
No hay comentarios:
Publicar un comentario