Ahora que la época veraniega nos
empieza a mostrar su presencia anticipada, y vemos ya a nuestros jóvenes
dantzaris empezando a actuar, como es el Ikusgarri, Lora Barri o Elai Alai,
todos ellos con medio siglo de existencia, queremos echar la mirada atrás y
rendir homenaje a toda aquella juventud que en los últimos años y a la salida
de la dictadura volcó todo su esfuerzo e ilusiones en recuperar nuestras danzas
tradicionales.
Y lo queremos hacer, como el
título de esta entrada indica, en la persona de uno de aquellos jóvenes que
dejó su vida trabajando por sus ideales.
Kepa Maestre había nacido en 1960
y se incorporó como dantzari al grupo Elai Alai cuando este tras un periodo de
crisis recobró nuevamente el vuelo, incorporando un nuevo relevo generacional.
Su alma vasca amante en esencia de la cultura y el folklore de nuestra tierra
encontró perfecto acomodo con el grupo. Autodidacta y bohemio tenía un espíritu
artístico y creativo que puso al servicio también del grupo, como se ve en los
diseños y dibujos de carteles, tarjetas de navidad, o lo que sirviera en el
desarrollo de la sociedad.
Sin embargo su recuerdo
quedó relacionarlo con el Festival
Internacional de Folklore que en 1980 reanudó su andadura con su VI edición
tras unos años en blanco. El participaba, además de como dantzari, en su diseño
y preparativos así como en el montaje definitivo de los escenarios y fue en
1986 montando el escenario de la XII edición que con toda ilusión había
concebido y que iba a incluir hasta una fuente de agua, cuando estaba en los
alto del decorado junto con Luciano Afonso, funcionario municipal, surgió la
tragedia.
El libro de la Historia de los 50
años del Elai Alai, nos lo relata: “estaban encaramados en lo mas alto del
escenario. De repente, sin que nadie hubiera podido advertirlo, el entramado
metálico del techo, en el que Kepa y Luciano se apoyaban, perdió consistencia y
cedió violentamente, arrojándoles contra el suelo. Ambos murieron”.
Kepa tenía 26 años, y estudiaba
para llegar a ser capitán de la marina mercante. Como todo lo que hizo en su
vida fue desinteresadamente, sus dibujos y plumillas, además de en los folletos
del Elai Alai, y representando a momentos de la vida cotidiana o los más
pintorescos rincones de nuestra villa a la que amaba profundamente, se encuentran
repartidos entre sus amigos.
Como vemos en la noticia de
prensa, era donante de órganos, su corazón voló urgentemente a Pamplona y sus
cenizas pasado el tiempo fueron esparcidas por el Gorbea, tierra que el amaba
profundamente.
Majo chaval, gran chaval, gran artista, gran persona, siempre se me encoge el corazón y se me pone carne de gallina al recordarlo. Un abrazo donde estés.
ResponderEliminar"A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero,que tenemos que hablar de muchas cosas,compañero del alma, compañero"
ResponderEliminarMiguel Hernández
Estoy sumamente triste. Le conocí en Madrid éramos muy jóvenes .Nos escribíamos cartas y hablamos por teléfono,ya sabía yo que era muy especial. Con el tiempo perdimos el contacto. Y ya no supe más de él. Hasta hace dos años no sé porqué lo busqué por Internet y me encontré con esa noticia horrible. Siempre estarás en mi corazón
ResponderEliminarDespertastes nuestra Nostalgia.....
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