EL CONSEJO LOCAL DEL MOVIMIENTO EN LOS AÑOS 70

Era un organismo paramunicipal que funcionaba como guardián de la ortodoxia del régimen. En él se apoyaba el alcalde José Manuel Esparza para dirigir la política de la Corporación. El jefe era el mismo alcalde, que dependía del jefe provincial, el gobernador, a su vez controlado por el ministro general del Movimiento. Además, el alcalde era consejero provincial del Movimiento. El Consejo se reunía en la “Casa de la Juventud”.

En 1971 estaba compuesto por:

- Cuatro representantes del tercio de Cabezas de familia: Carmelo Pariza y Adolfo Terceño (concejales), José María Miravalles Uribarrena (que era el secretario) y José María Martín García.

- Dos representantes del tercio Sindical: Nicolás Flores Lazcano y Manuel Joven Negrete.

- Cuatro que representaban al tercio Entidades: Ignacio Oliver Santín, Eduardo Coto Villanueva (concejal), Miguel Cuesta Herrero (vicepresidente) y Antonio Llamero García.

- Dos representando al municipio: Marcelino Rubio y Joaquín Córdoba Lizón (concejal).

- Dos elegidos directamente por el alcalde: Gabriel Zunzunegui López y Germán Fernández Lasheras.

- Dos por derecho propio: Dolores Montero (delegada de la Sección Femenina), posteriormente María Jesús Rodriguez-Espina Gaminde y Emilio Elosua Gutiérrez (delegado de juventudes), posteriormente Hilario Ramos Landa.

Junto al Consejo Local del Movimiento funcionaba la Asociación General de Cabezas de Familia. De hecho, el secretario del Consejo era el presidente de la Asociación, José María Miravalles. En enero de 1972 instaló el Hogar del Jubilado en los bajos del Hotel con bar-café, sala de juegos, sala de TV y local para lectura.

En 1973 protestó porque el obispo Antonio Añoveros permitiese “muchísimas transgresiones del Concordato (P. E. la supresión de las preces por el Jefe del Estado) y se acoja a él para conseguir que regresen los cuatro sacerdotes detenidos, con bula para seguir su propósito de subversión de nuestros hijos”.

En ese mismo año el presupuesto para arreglar los locales de la Delegación de la juventud en la Casa de “España” fue de 3.200.000 pesetas, que se financió con 1.925.000 del Ayuntamiento y 1.275.000 de la Delegación provincial.

Entre otras actividades oficiales el Consejo organizó todos los años actos con motivo del aniversario de la muerte de José Antonio Primo de Rivera. En 1974 consistieron en una misa en la Iglesia de los RR. PP. agustinos, una ofrenda de coronas en el panteón de los Caídos y una lección política a cargo del alcalde en los locales del Consejo.

Otra acción fue la gira al Valle de los Caídos con asistencia de 9 consejeros y 72 adheridos. La subvención municipal en 1975 fue de 127.000 pesetas para pagar el alquiler de dos autopullmans y almuerzo en Aranda para 100 personas. En 1976 los gastos bajaron a 60.000 pesetas.

Una de las actividades que programó la Sección Femenina de FET-JONS dentro del Consejo fue la formación de la Asociación Local de AMAS DE CASA, que tenía por objeto velar por los intereses (sic) de los precios y cuantos asuntos dependan para el buen gobierno de los hogares familiares. Ignoro cuántas amas de casa se inscribieron. En 1975 hizo una encuesta entre 25.288 mujeres para saber su condición laboral. Resultó que las activas eran 5.394 y las no activas 19.894. El total de los habitantes era de 50.341.

En 1975 el delegado de la juventud manifestó que a la Casa de España se le iba a llamar “Casa de la Juventud”, en la que podían entrar y participar todos los jóvenes sin necesidad de manifestar su ideología política, si la tuvieren. Ya no tenían que levantar el brazo ni decir “Arriba España”. Con este motivo se creó el “Club Gaztedi”. 

El citar los nombres de las personas que regentaban cargos oficiales tiene un valor exclusivamente histórico. En estos artículos sobre el final de la dictadura no tiene sentido hablar de organismos compuestos por personas anónimas. En su momento eran personas conocidas por todos. Tampoco tiene sentido al día de hoy hacer un juicio moral sobre su comportamiento. Yo hablé varias veces con algunas de ellas y no estábamos de acuerdo en muchas cuestiones, pero nos respetamos y he visto que bastantes han ido evolucionando. Con ese mismo respeto las cito.

TASIO MUNARRIZ