miércoles, 25 de abril de 2018

LA PRESENCIA DEL EJERCITO NAPOLEONICO EN PORTUGALETE








 Entre la abundante y rica documentación existente en el Archivo Histórico Municipal, nos detenemos hoy en los papeles referentes a los años en que las tropas napoleónicas ocuparon la Villa entre 1808 y 1814.
Su entrada en Portugalete se produjo el día 17 de agosto de 1808 por la tarde cuando ya todos los miembros del Ayuntamiento se habían ausentado del pueblo.
El “Jefe Francésmandó que se reuniera un concejo abierto al que asistieron 35 vecinos, que se vieron obligados a nombrar un gobierno municipal presidido por José de Sarria, como alcalde y juez ordinario, quien a pesar de no querer prestarse a los manejos de los franceses para ponerle en el puesto de alcalde “juró a Dios, y una cruz de cumplir con las obligaciones de su empleo, y recibió la real bara de manos del teniente prevoste.
Una semana después, el 24 de agosto el Ayuntamiento se entera de que un destacamento francés de 120 hombres acantonado en Bilbao iba a venir a Portugalete para distribuirse en él y sus fortines que como vemos en el plano superior eran los de Campo Grande, el Cuervo y el del Solar. A pesar de comunicarles que por la gran falta de recursos y de fondos no podrían acogerles, la compañía francesa llegó al mando de dos oficiales que solo traían suministro de pan, dejando “al cargo de este Pueblo el suministro de la carne, vino, aceite y demás utensilio”. 
Al final del año nos encontramos que ha llegado también a la Villa por mar otro contingente francés y que en nuestro puerto está fondeada la corbeta Oreste (luego llegarían otros) a cuyos tripulantes también hay que alimentar.
Es fácil imaginar que los portugalujos lo pasaron mal en estos años en compañía de los gabachos, con vejaciones y desmanes cuando no llegaban las vituallas para todos o no se les atendía, y con la soldadesca gala campando por sus respetos. Una de las cartas del Comandante de la Plaza, Monseur Michaud, que reproducimos con sus sellos lacrados, y traducido por el Archivero Municipal de entonces, y que había sido antes maestro municipal, Manuel Ignacio González dice:
A los señores miembros de la justicia componentes 
del Consejo superior de la Villa de Portugalete.
Se prohíbe a todas las posaderas y taberneras servir vino alguno, ni alojamiento a ningún soldado ni marinero francés después de las siete horas de la noche y si encuentra algún marinero o soldado después de las siete las taberneras y posaderas, serán multadas con la cantidad de 15 pesetas y conducidas a la cárcel de Bilbao.
Portugalete febrero de 1809
El comandante de la plaza
Señor Michaud
O sea que en lugar de sancionar a su gente que siguiera en las tabernas después de las 7 de la tarde se multaba a las taberneras (las mujeres estaban al frente de las casas en que además de vender todo tipo de géneros, servían de taberna o posada) que no les echaran fuera.
Según otro documento que también reproducimos junto a estas líneas, un batallón francés, el “Suplementario de Cazadores de Montaña” lo componían 67 individuos y a su frente estaban el capitán comandante del batallón V. Wallerune. Tenía dos capitanes, un teniente, un ayudante suboficial, un sargento mayor, seis sargentos, dos furrieles, once caporales, dos tambores y cuarenta cazadores.
En abril de 1810 el General Gobernador de Vizcaya, Monsieur Thouvenot manda establecer como órgano de gobierno en cada pueblo un “Consejo Municipal” formado por un alcalde-presidente y cinco consejeros, que requeriría luego su aprobación y que en la Villa se eligió con José Antonio de la Cuesta de alcalde. El consejo saliente estaba obligado a tomar juramento al entrante. 
Una vez vencido y expulsado del país el ejército francés, el 12 de agosto de 1.814, siendo alcalde Pedro de Gorostiola, se da lectura en la sesión municipal a la Real Cédula del rey y su Consejo de 30 de julio de 1.814, que ordenaba que se disolviesen los ayuntamientos constitucionales y que se restableciesen con la estructura que tenían en 1.808 siendo repuestos en sus cargos los que los tenían antes de la invasión francesa. Por eso, ahora vuelve como alcalde José Benito de Zaballa.  

Para esta entrada nos hemos basado en el trabajo de Roberto Hernández Gallejones, Archivero Municipal, que se puede consultar en la BDP con el título El Portugalete napoleónico.








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