domingo, 19 de abril de 2020

RECOGIDO DE LA PRENSA: LA PRIMERA VICTORIA VASCA EN LA ITZULIA



En el ejemplar de hoy de EL CORREO, J. GÓMEZ PEÑA, recuerda que Luis Pedro Santamarina, un portugalujo nacido en Gallarta,  consiguió el triunfo ante el poderoso equipo KAS en la edición de la Vuelta que terminó el 19 de abril de 1970, justo hace medio siglo.

Ahora que por la pandemia el calendario ciclista se ha puesto a temblar y hay quien se siente el borde del apocalipsis, conviene recordar que este es un deporte imbatible. Ni guerras ni escándalos han podido con él en más de un siglo. La Vuelta al País Vasco 2020 ha quedado suspendida. Volverá. Ya estuvo enterrada entre 1936, inicio de la guerra civil, y 1968. Resucitó en 1969. Un año después, el 19 de abril de 1970, justo hoy hace medio siglo, el vizcaíno Luis Pedro Santamarina se convirtió en el primer corredor vasco que inscribía su nombre en el palmarés de la carrera.
El ciclista de Gallarta falleció en 2017, con 74 años y tras casi tres décadas en su taller de bicicletas de Portugalete. Campeón de
España en 1967, Santamarina tumbó en aquella edición de la Itzulia al tremendo equipo KAS de Linares, Aurelio González, Gandarias, Gabika, Zubero, Galdos, López Carril, Elorza, Echeverría y Gómez del Moral. Santamarina, con el maillot del Werner, resistió ante el KAS, el Fagor de Perurena y el Bic de Aranzabal y Janssen, y celebró el triunfo en Eibar, de donde este mes de abril no ha podido salir la ronda.
Hizo historia para el ciclismo vasco, aunque no evitó el olvido. «He llegado a leer que Julián Gorospe fue el primer ganador vasco de la vuelta», se quejó en más de una ocasión. La lista de vencedores locales es breve: Santamarina en 1970, Miguel Mari Lasa (1974), Gorospe (1983 y 1990), Pello Ruiz Cabestany (1985), Aitor Osa (2002), Iban Mayo (2003) y Ion Izagirre el año pasado. A ellos se suman dos corredores formados en Euskadi: Íñigo Cuesta (1998) y Samuel Sánchez (2012). Santamarina les abrió la puerta.
Corrió cinco Tours, ganó dos etapas en la Vuelta y una en el Giro, y fue campeón de España el día de 1967 en que otro vizcaíno, Valentín Uriona, se dejó la vida en esa carretera de Sabadell.
Había algo de trágico en aquel ciclismo: un coche aplastó al burgalés Talamillo en la Nochevieja de 1965; un año antes, a Juan Campillo lo había matado un camión. Dicen que le vieron taparse la cara con el abrigo y arrojarse a la carretera. No hacía mucho que otros dos ciclistas, Raúl Motos y Joaquín Polo, habían fallecido en la Vuelta a Portugal por algo que hoy suena imposible: de sed.
A Santamarina, en cambio, casi le tumba el exceso de comida en la ronda vasca de 1970. Había discutido con Manzaneque, su director en el Werner, tras retirarse en la clásica de Amorebieta. Por poco se lían a tortas. A tanto llegó la bronca que Santamarina se largó a casa, a Gallarta. Durante dos días, lunes y martes, se olvidó de la bicicleta. «Comí alubias y de todo». Manzaneque fue a buscarle el miércoles de esa semana para disputar la Vuelta al País Vasco, que arrancaba sólo 24 horas después.
La primera etapa salió de Eibar por la cuesta de Elgeta. Resoplaba. «Tuve que pedir unas tijeras porque el culotte me apretaba. Había engordado. Aguanté como pude», contó Santamarina. Soportó el ritmo y el sobrepeso. La digestión posterior fue ya mucho mejor. Como él decía, los ciclistas pierden la forma en una curva y la recuperan en la siguiente.
En la segunda etapa (Bilbao-Vitoria) se hundieron Janssen, Gabika y Echeverría. En el sector contrarreloj (Estella-Pamplona, 47 km) del tercer día, Santamarina se vistió de líder al acabar tercero tras Carlos Echevarria y Janssen. Tres días después de los atracones, había recuperado su mejor silueta. Aquella semana, Bizkaia estaba pendiente del Athletic, que al final no pudo ganarle la Liga al Atlético de Madrid.
 Mientras el Athletic se conformaba con el subcampeonato, Santamarina se mantuvo en pie ante la ofensiva final del KAS. «Dejé que se fuera Gandarias y le mantuve a cien metros. La cuarta etapa terminaba en el velódromo de Anoeta y entré a unos 15 segundos de Gandarias. Luego me dejé ir porque sabía que los tiempos se cogían en la entrada de la pista. Langarica (director del KAS) protestó pero no le sirvió de nada». Santamarina también resistió en la jornada final, Pamplona-San Sebastián, los ataques de Aranzabal, Aurelio González y López Carril, y hace hoy 50 años puso su nombre, el primero de un vasco, en el libro de oro de la carrera que este año, cosas el virus, puede quedarse en blanco.


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