Tras la fiesta de ayer con mascarilla que disfrutamos con toda “normalidad” por la mañana, quedándonos por la tarde en casa pues ni el tiempo acompañaba, se nos ocurrió que esta advocación religiosa bien podía adquirir la condición de personaje portugalujo con derecho a ser incluido en el Diccionario Biográfico Portugalujo, que va camino de contar con 300 fichas.
Su contenido que puede ir mejorándose hasta el día de su publicación en un libro de la Colección El
Mareómetro, es el siguiente:Virgen de la Guía
Siglo XVII
Patrona de la gente
de mar
Dentro de esta recopilación de personajes portugalujos, no
podía faltar esta advocación mariana de tanto arraigo en la Villa y cuya
festividad se celebra el día 1 de julio.
Se desconoce la fecha en que llegó y cómo lo hizo. Lo cierto
es que nuestros antepasados ya desde el siglo XVI ponían su nombre a muchas de
sus embarcaciones y la entronizaron en la desaparecida ermita del Cristo de los
Hoyos en la muga con Santurtzi.
A finales del siglo XIX, con diversas hipótesis al respecto,
su imagen de madera aparece en la Villa, y es colocada en la calle Coscojales
en la vieja casa junto al lavadero frente al cantón de Salcedo y al desaparecer
para construir el edificio del Mercado a este se le dotó de una hornacina con
la misma. Una vecina de la calle, Generosa Ortiz y Sarachaga (n.1858) fue la
encargada durante años de cuidarla, incluso durante los años de la república en
que el consistorio eliminó de las calles las referencias religiosas.
Tras la guerra con la destrucción del edificio se construyó
el nuevo Mercado y en 1940 se restableció la pequeña imagen de madera de 42
centímetros de altura a su ubicación actual.
Patrona de la gente de mar, no solo fueron barcos dedicados
al comercio, o a la pesca los que llevaron su nombre sino desde 1925 diversas
traineras de regatas.
Su fiesta en la calle Coscojales, pasó a ser organizada por
el grupo Berriztasuna al crearse en 1970 y en 1978 la Cofradía de Mareantes de
San Nicolás la nombran también como patrona y empieza la costumbre de hacer una
bajadilla al son del txistu hasta la hornacina donde entonar su popular canción.
Finalmente en 1998 el Berriztasuna incluye en sus actos festivos
la procesión marítima de la imagen por la Ría que pronto tuvo gran repercusión.
Comparo la mezcla de fotografías de hoy con las de ayer y felicito a todos los que faltaron a la fiesta, la mayoría, porque respetaron la salud y los puestos de trabajo propios y ajenos de la población al evitar los contagios. Tasio.
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