Con esta ficha de José Luis Garaizabal completamos el primer tramo de números pares de la calle del Medio, del que recogemos un croquis en la parte inferior, y que empezó con un comercio de casi un siglo dedicado a carnicería en el nº 2 y finaliza en el edificio que en algunos momentos de nuestra historia fue el nº 22 y que haciendo esquina con el cantón de Santa Clara fue también durante mas de un siglo confitería.
El edificio nº 16 de esta calle central del casco histórico fue levantado de nueva construcción en 1870 y será en 1894 cuando encontremos que en sus locales bajos de la derecha tenía establecida su tienda de Calzados, Francisco Suarez. Ya en el siglo XX continua la saga familiar con Concepción Suarez, en 1938 con un establecimiento de Curtidos, y posteriormente como Tejidos Salgado. En la actualidad tiene establecido Luis González, su Hurbil Merkatua.
Aquí nos permitimos hacer un inciso, ahora que tanto se
habla de potenciar el comercio local y el del Casco Histórico en particular, dado
que estamos ante un verdadero ejemplo, este establecimiento a caballo entre los
antiguos ultramarinos y los modernos supermercados, que se esfuerza en dar un
servicio con algunos artículos de verdadera calidad, en una zona que entre
todos la hemos abandonado comercialmente.
En su mano izquierda estuvo Tejidos Barroso, posteriormente recordamos un
establecimiento de estética, INMA, y en la actualidad un establecimiento, que
bien pudiera marcar la línea a seguir en los locales que pueden existir en esta
singular calle como es el dedicado a los modernos tatuajes TATTOO CHICKEN PEAR.
En el tercer piso de este edificio tuvo su sastrería Germán F. de Lasheras, según vemos en el anuncio en el Programa de Fiestas de 1933 durante la República y cuando a esta calle se la rotuló como Capitanes Galán y García Hernández.
Pasando al siguiente edificio que hace esquina con el cantón
y que ha sido muy recogido por artistas como Echarte o Mikel Torka, nos
encontramos que en él estuvo durante un siglo la CONFITERIA por antonomasia de
esta calle, primero conocida como de Larrañaga y luego de Mendizabal.
Como ya recogimos en otra entrada fue Marcos Larrañaga quien abrió su negocio
de confitería y pastelería en 1876 para luego continuarlo su hijo Alberto,
mientras que como MENDIZABAL, la
continuó Fermín Mendizabal, siguiendo después el negocio a nombre de Hijos de
Fermín Mendizabal, según encontramos en 1938, y tras la guerra, como Antonio
Mendizabal, hasta que en su última etapa no fuera de dicha familia.
Antes de su situación actual, en que permanece cerrada. se dedicó primero a ENCURTIDOS y luego a CERAMICA (Kuzko).
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