Finalizamos con las fotos de Fidel Raso y Jesús Ángel Miranda, cedidas al Museo Arqueológico, Etnográfico y Histórico Vasco, con estas dos fotos que nos recuerdan el desaparecido depósito de aguas de San Roque, totalmente abandonado donde dos figuras infantiles le dan vida, y la tradición social de asistir al cementerio el día de Todos los Santos, bajo el fondo de ruinas industriales esperando su demolición.
Otro rincón de mi villa que ha desaparecido. Ví lleno de agua el depósito en un par de ocasiones,hacia 1984, y la verdad es que impresionaba.
ResponderEliminarUna vez vacío, solía bajar por su ruinosa escalera de hierro. Había que ser muy valiente o muy inconsciente para bajar por ella. Entonces el depósito nos parecía enorme, casi inquietante.